Cuando nos referimos al éxito empresarial, es común que pensemos en la aplicación de una serie de estrategias comerciales. Sin embargo, desarrollar estas técnicas no es suficiente si no se construye un espacio laboral cimentado en un sistema de valores identitario.

Esta identidad es lo que llamamos cultura corporativa y, al potenciarla, fortalecemos también la colaboración y el compañerismo. Estas dos cualidades posibilitan un gran compromiso y desarrollo profesional de todos los trabajadores, lo que podemos considerar el verdadero éxito.

En este artículo, repasamos estrategias sólidas para potenciar la cultura organizacional orientada a personas de una empresa.

COHERENCIA CON LA MISIÓN EMPRESARIAL

Para sostener una cultura organizacional sólida, es necesario tener una misión clara y garantizar la coherencia con ella en cada acción. Esta misión, en primer lugar, debe expresarse de manera clara a los trabajadores, ya que será tomada como guía en las tareas que desempeñen.

Considerando que tener un propósito implica involucrarse con necesidades propias de nuestra sociedad y sostener ciertos valores, la coherencia es fundamental. Esto quiere decir que todo lo que sostenemos frente al público debe aplicarse también en el interior de la empresa.

ESCUCHA ATENTA

Una cultura corporativa se fortalece gracias a los aportes de todos los participantes de la empresa. Por eso, escuchar a los trabajadores es clave y ayuda a incrementar su sentido de pertenencia y conocer inquietudes y necesidades que, a fin de cuentas, son de la sociedad.

Dar la voz también es una manera de poner en común ideas valiosas para la empresa. Además, la comunicación abierta posibilita el espacio de debate y la retroalimentación, por lo que es una excelente herramienta de resolución de conflictos.

FOMENTO DE LA AUTONOMÍA

Un error común en muchas empresas es impedir el desempeño —y, por ende, el desarrollo— autónomo de sus trabajadores como forma de control. Sin embargo, se trata de una actitud que pone en riesgo la autoestima y compromiso con el espacio laboral.

Dar lugar a la creatividad y capacidad resolutiva de los colaboradores es también una forma de fortalecer la cultura empresarial. Algunas maneras de fomentar la autonomía son dejar de medir efectividad, dar mayores responsabilidades y ofrecer capacitaciones, por ejemplo.

COMUNICACIÓN

La comunicación efectiva es clave para lograr una cultura organizacional sólida y, en consecuencia, aportar a un clima laboral positivo. Por ello, es importante abrir canales de diálogo entre distintas áreas e instancias de puesta en común.

Desde la dirección o estamentos jerárquicos, también es fundamental abrir la comunicación. Esto posibilita la transparencia con los colaboradores y el hábito de compartir información que pueda afectar de alguna manera a los equipos.

RETRIBUCIÓN

El reconocimiento de las cualidades y logros de los colaboradores es fundamental para el desarrollo y sostenimiento de la cultura organizacional. Además, esto implica un aporte significativo a la reducción de la rotación de personal.

En lo cotidiano, dar las gracias y hacer reconocimientos en público son pequeños gestos motivacionales. En términos más generales, una posibilidad es desarrollar programas de recompensa dentro de la empresa, en relación con las metas comerciales.