En el caso de las licencias transables de captura entregadas a la gran industria pesquera por 20 años renovables a perpetuidad, las empresas seguirán lucrando sin que los chilenos obtengan lo justo por la explotación de un recurso natural que se encuentra en peligro. Es decir, el Gobierno mantendrá por 20 años un regalo del Estado a un sector productivo.
Por otra parte, la ronda de talleres para conocer las opiniones de los sectores respecto a la ilegÍtima norma, será otra mesa de trabajo al estilo de Longueira, donde los mismos de siempre se repartirán los recursos de todos los chilenos.
Nuestras demandas son conocidas. Anular la ley de Pesca y considerar en una nueva norma un tratamiento sustentable de los recursos pesqueros; eliminación progresiva de la pesca de arrastre; mejores ingresos y mayor valor agregado de los recursos para la comercialización de los productos del sector artesanal; impulso de un Instituto de Desarrollo de la Pesca Artesanal, con recursos y presencia regional; y una bolsa de la pesca que elimine el actual monopolio de la industria pesquera.
*Jorge Bustos Nilsson es Presidente del Consejo Nacional de Defensa del Patrimonio Pesquero (Condepp)