“Corea del Norte es un problema, y un problema que será atendido”, dijo Trump. Según analistas, esto situando al régimen de Pyongyang en “la lista de espera” de próximas manifestaciones de del poder de fuego norteamericano.
Sus declaraciones suceden en la misma rueda de prensa en la que Trump aclaró que el lanzamiento de la bomba MOAB fue una decisión ejecutiva y de la que dio “total autorización” a sus Fuerzas Armadas.
En una breve declaración tras reunirse en la Casa Blanca con jefes de departamentos de bomberos, Trump aseguró que fue “otro trabajo de éxito. Estamos muy orgullosos de nuestras Fuerzas Armadas”.
Sin embargo no concretó si autorizó personalmente la ejecución de la misión, y se limitó a decir: “Todo el mundo sabe qué pasó. Lo que hago es que yo autorizo a las Fuerzas Armadas (…). Les hemos dado total autorización y por eso han sido tan exitosos últimamente”.
Estados Unidos lanzó este jueves por primera vez en zona de combate la gigantesca GBU-43, una bomba de unas 10 toneladas que es el proyectil no nuclear más grande y potente del arsenal estadounidense.