“Cuando Naciones Unidas fracasa consistentemente en su tarea de actuar en forma colectiva, hay momentos en la vida de los Estados en los que nos vemos impulsados a actuar por nuestra cuenta“, dijo la embajadora estadounidense ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Nikki Haley.
En la sesión de emergencia de dicha instancia realizada para abordar el supuesto ataque con armas químicas el martes en la provincia de Idlib, Haley fustigó en duros términos a Moscú por fracasar en controlar a su aliado sirio.
“¿Cuántos niños más tienen que morir antes de que Rusia actúe?“, dijo Haley. “Si Rusia tiene en Siria la influencia que dice tener, necesitamos ver que haga uso de ella”, agregó.
En ese sentido, enfatizó que “necesitamos ver que pongan fin a estos actos horribles“.
La embajadora se puso de pie en la cámara del Consejo para mostrar dos imágenes de víctimas del ataque en el pueblo de Jan Sjeijun. “Miren esas fotos”, expresó.
La reunión de emergencia del Consejo de Seguridad fue convocada a pedido de Francia y Gran Bretaña tras el ataque que dejó al menos 72 muertos, de ellos 20 niños, el peor en Siria desde un ataque con gas sarín en 2013.
Según testimonios de médicos, además de las víctimas mortales, el ataque causó que decenas de personas sufrieran dificultades para respirar, convulsiones y que echaran espuma por la boca.
“Si no estamos preparados para actuar, entonces este Consejo se seguirá reuniendo mes tras mes para expresar su condena por el continuo uso de armas químicas y esto no se terminará”, añadió.
Londres, París y Washington presentaron un proyecto de resolución para condenar el presunto ataque químico y pedir que un panel conjunto de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW, por su sigla en inglés) y la ONU investigue el ataque.
No obstante, Rusia dijo que el texto era “categóricamente inaceptable“.