Recolectando fuentes está en condiciones de aclarar que los departamentos de Vladimir Putin, muy a su pesar, acreditan que efectivamente el ataque con gas sarín del pasado martes, que dejó un saldo de 80 muertos, efectivamente provino de las fuerzas de Al Assad.
Si bien, el gobierno de Siria negó su responsabilidad, la posición rusa de hoy es la de transparentar el origen de ese nefasto ataque aéreo contra niños y hospitales. “Por lo menos desde la posición rusa, es sabido que los recursos de armamento químico fueron destruidos con ayuda de Rusia. Y aunque se ha dicho que no está claro quién previó ese ataque con gas sarín, la cobertura de inteligencia y defensa de Rusia reconoce la autoría de este ataque a los ejércitos sirios leales a Assad”, dice la Master of Arts en Historia por la Universidad de Lomonosov, Moscú, sobre sus fuentes.
Si bien la historia intervencionista de EEUU es coherente con la brutal respuesta de al menos 59 misiles contra la base aérea desde donde despegaron los aviones que lanzaron el ataque químico, la reacción de Trump era una incógnita hasta pocas horas.
“Esta decisión de Donald Trump era algo completamente esperable, finalmente. No sé si algo que podamos llamar ‘típico’ del presidente de EEUU, pero si es conocida su postura crítica y opuesta a las políticas exteriores de Barack Obama. Es decir, es posible esperar de él una actuación totalmente contraria a esa diplomacia y desde ya no podemos descartar la posibilidad de que Trump envíe tropas (reducidas quizás) a Siria. No sólo atacar desde el aire, sino desde el territorio. Según la personalidad de Trump, este comportamiento es algo esperable ya que a sí mismo se ve como alguien decisivo, valiente. Una persona pragmática sin ningún ideal ajeno a un objetivo que desea cumplir a toda costa en su programa: demostrar que puede volver a hacer grande a EEUU otra vez”, señala.
“Yo creo que por parte de Rusia se están realizando los esfuerzos máximos para evitar un choque directo con EEUU, de hecho suspendió sus vuelos sobre Siria para evitar escaramuzas con aviones norteamericanos. Tampoco hay claridad acerca del porqué Rusia, aliado de Siria, no usó los complejos antiaéreos. Especialistas militares, que acreditan que EEUU avisó a Rusia de la respuesta bélica, creen que esta última no quiso abatir los misiles y los dejó pasar para evitar un aumento superior de peligro. Hay que mencionar que esas instalaciones de defensa no están para proteger el elemento sirio, sino solamente las rusas”, agrega la experta Usach.
-Algunos especialistas ven en esta retaliación un doble mensaje hacia Corea del Norte y sus incesantes pruebas balísticas y nucleares.
-Eso es posible. Claro que sí. Mientras el régimen norcoreano siga realizando pruebas y lanzamientos de cohetes el mensaje también puede ser recibido por Rusia, creo. En ese sentido, el doble mensaje implica las expectativas de un golpe contra la posición de Assad.
-¿Qué se puede leer entre líneas en la advertencias que EEUU hizo a Rusia sobre el inminente bombardeo? -Esto no es un accidente, es un conflicto intencional y peligroso. Cualquier evento podría provocar más ataques contestatarios. Probablemente EEUU, Rusia, Irán e Israel intentarán resolver esta tensión a través de la vía política. También es de esperar que Rusia llame a sesión al Consejo de Seguridad de la ONU y traten así de salir lo antes posible de estas tensiones con todas sus fuerzas para evitar enfrentamientos más candentes. Sin embargo, creo que la sensación general internacional es de mucho miedo, sobre todo en Siria. El peligro es alto.
-En tal sentido, imaginar un conflicto entre EEUU Y Rusia, en el corazón de Siria, instala la pregunta sobre una eventual conflagración mundial… ¿Le parece un escenario probable?
-Estoy leyendo atentamente a los comentaristas especializados rusos sobre la situación. Todos concuerdan en que este largo conflicto del mundo anclado en Siria demuestra que no ha habido ninguna resolución del conflicto a la vista, ningún alcance. Que ninguna de las partes tiene ganancias claras en la situación y que poco a poco va escalando a niveles peligrosos. Esto siembra la duda sobre qué es lo que sigue a un ataque químico, a un ataque con misiles a gran escala. Lo que sí es claro es que hoy el mundo es un lugar más peligroso que ayer.