Este 10 de febrero, tras varios años de celebraciones limitadas debido a las restricciones del Covid-19, se dio inicio a las festividades del Año Nuevo Chino 2024.
Cada año, el Año Nuevo Chino comienza con un nuevo símbolo zodiacal designado. En este 2024, corresponde al dragón, la única criatura mitológica entre los 12 animales que rotan cíclicamente. El año pasado fue el año del conejo, y el próximo será el año de la serpiente. Esta festividad, una de las más antiguas del mundo, tiene una historia que se remonta al menos 3.500 años.
Los primeros 11 días se celebrarán el Festival de la Primavera, concluyendo con el Festival de Linternas, que dura hasta el 24 de febrero. A pesar de su duración, solo los primeros 7 días son considerados feriados nacionales, dejando la economía china casi completamente paralizada durante ese tiempo.
Durante este periodo se llevan a cabo varias costumbres y tradiciones: las personas visten de rojo, el color de la suerte en China; se visitan templos para rezar por salud y fortuna; y se realizan espectáculos con bailes tradicionales y presentaciones de fuegos artificiales.
Las cerezas se convierten en un regalo popular durante esta época, ya que el 94% de las exportaciones de cerezas de Chile se envían a los mercados de Asia, especialmente a China, donde se han exportado 373.484 toneladas.
PANDEMIA Y VIAJES
Otra tradición es que cientos de millones de personas visiten sus lugares de origen para celebrar con sus familias. Las autoridades chinas esperan casi 9.000 millones de desplazamientos, un 40% más que el año pasado. Ya se ha registrado un aumento del 25% en el tráfico nacional de pasajeros, el tráfico ferroviario se ha duplicado, y se realizaron más de 184 millones de viajes por autopistas en un solo día.
Esta es la primera vez que se celebra completamente el Año Nuevo Chino desde que el gobierno eliminó el plan “cero Covid”, que restringía las medidas higiénicas y limitaba los viajes. El plan incluía la obligación de un test PCR para viajar entre provincias, cuarentenas obligatorias después de volar hacia China y el uso de un “código verde” para el transporte público, entre otras restricciones.
