El cantante de ópera español Plácido Domingo, que se contagió de coronavirus y ya está recuperado, aseguró en una entrevista a la prensa italiana que nunca abusó de nadie a pesar de haber sido acusado de acoso sexual en Estados Unidos en 2019.
“He cambiado, ya no tengo miedo. Cuando supe que tenía el coronavirus me prometí a mí mismo que si salía vivo lucharía para limpiar mi nombre”, dijo en una entrevista publicada el jueves por el periódico italiano La Repubblica.
“Nunca abusé de nadie, lo repetiré mientras viva”, afirmó.
Plácido Domingo, de 79 años, anuncio en marzo desde Acapulco (México) que dio positivo por nuevo coronavirus y luego fue hospitalizado.
“Recuperar mi voz ha sido un milagro (…) Hace dos o tres meses no estaba seguro de poder cantar de nuevo”, aseguró.
“¡ES LA VIDA!”
“Lo único que me preocupa ahora es salir de mi refugio en Acapulco, de donde no he salido desde hace meses, nunca pasé tanto tiempo en casa con mi mujer, mi hijo, mi nuera y mis dos nietos”, aseguró.
“Ahora es el momento de volver a la normalidad”, según Domingo, aunque cree que “nuestras vidas cambiaron y, como usted sabe, todavía es más difícil para mí a causa de las acusaciones en mi contra”.
Estas acusaciones “desestabilizaron a mi familia y a mí mismo” y “me hicieron más daño que el virus. Ya solo me queda tomar nota de que no podré cantar en ciertas partes del mundo, como Estados Unidos o España, mi país. Y no precisamente a causa de una elección del público, que me envía constantemente mensajes de solidaridad (…) Pero ¿qué puedo hacer? ¡Es la vida!”.
En 2019 Plácido Domingo fue acusado por la prensa estadounidense de acosar sexualmente a unas veinte mujeres en Estados Unidos.
Estas acusaciones le obligaron a abandonar su puesto de director de la Ópera de Los Ángeles y a anular todas sus representaciones en el país, lo que en la práctica puso fin a su carrera en América del Norte.
Placido Domingo, acostumbrado a las ovaciones en el mundo entero y que grabó un centenar de álbumes, sufre las consecuencias del movimiento #MeToo, que empezó con las acusaciones contra el productor de cine Harvey Weinstein en octubre de 2017.
De entrada, rechazó esas acusaciones, y luego pidió “perdón” por los “sufrimientos provocados” tras una investigación el AGMA, el principal sindicato de cantantes líricos de Estados Unidos, que llegó a la conclusión de que tuvo un “comportamiento inapropiado”.
Luego dio marcha atrás con sus disculpas e hizo una donación de 500.000 dólares a las obras de caridad del AGMA, que puso fin a las acusaciones del sindicato contra él.
El tenor tiene previsto este jueves su primera aparición pública desde el caso en Salzburgo (Austria), donde recibirá un premio por su carrera y luego dará una serie de recitales en Italia en la segunda quincena de agosto.
“Si miro atrás, no veo ninguna situación en la que mi comportamiento haya podido dejar heridas abiertas (…) Jamás presioné o hizo chantaje. Todos los que me conocen saben que la palabra ‘abuso’ no forma parte de mi vocabulario”, dio Domingo, denunciando un “juicio mediático imparable” contra él.
“EN CÓLERA”
Preguntado por qué guardó silencio sobre las acusaciones, el tenor dijo que fue “por respeto y por espíritu de cooperación con las dos investigaciones en curso”, la de AGMA y la de la Ópera de Los Ángeles.
“Intenté disipar el malentendido con una declaración dos días más tarde, pero mis palabras cayeron en saco roto”, afirmó.
“Siempre declaré que no tengo nada que ver con todo esto, a veces con breves declaraciones que fueron mal comprendidas y consideradas como confesiones de culpabilidad. Es una situación terrible”, añadió, asegurando que está “en cólera” y “deprimido”.
Ahora su objetivo es vivir “con serenidad”, todavía más en el contexto de la pandemia de coronavirus.
“Sé que llegará un momento en que tendré que renunciar al canto porque la ópera exige esfuerzos, dedicación, estudio. Pero la música no la voy a abandonar”, afirma.