Todo partió desde la necesidad de los ingenieros comerciales y profesionales del área retail y digital, Paula Herrera Blanco y Nicolás Pino Cox, de crear algo que tuviera un impacto positivo en las personas, y que fuera masivo y escalable. Y así, en 2019 nace la startup Ten, la que ya tiene bajo su alero a la comunidad en Instagram @tenlove_app, con más de 80 mil seguidores, y la aplicación de citas llamada Tenlove para iOS y Android.
Después de analizar distintos problemas a resolver, uno les llamó poderosamente la atención: la soledad y cómo afectaba al segmento de la tercera edad. Razón por la que decidieron presentar soluciones como lo es la app para encontrar el amor Tenlove, y pronto lo serán las aplicaciones de gustos y trabajo.
“De pronto nos encontramos estudiando y leyendo todo lo que encontrábamos al respecto, y descubrimos las graves implicancias que tenía, y más que una circunstancia, es una enfermedad que hoy aqueja a millones de personas en el mundo con graves consecuencias para la salud física y mental”, comentó Nicolás
Pero hubo un punto de inflexión cuando estos dos emprendedores encontraron una anomalía. La sociedad y las empresas habían invisibilizado este segmento, hoy la tercera edad (personas sobre 60) se les asocia a personas “viejas” pero esta visión del segmento no hablaba con la realidad, por el contrario, estas personas estaban muy activas, bien físicamente llenas de sueños y proyectos.
“Nuestro propósito es lograr que todos queramos llegar a los 60 años, porque a partir de ahí empieza una nueva etapa en la vida, donde las personas están más resueltas, tienen más tiempo y las energías para un comienzo lleno de esperanzas, oportunidades y felicidad”, expresó Paula.
Nicolás, profesional con más de 20 años de experiencia en negocios en el mundo digital e influenciado por su paso en Singularity University, sabía que la tecnología podía jugar un rol trascendental en esto. Por otro lado, Paula, profesional con más de 16 años en el mundo del retail, pudo detectar las necesidades y carencias de este segmento. Todo esto, más las propias inquietudes de estos ingenieros, los llevó a formar Ten.
“Lo aprendido en nuestra experiencia previa sin duda es un gran activo, pero de la misma forma sabemos que hay muchas cosas que debemos hacer de manera diferente”, comentó Nicolás.
Otro punto relevante de este emprendimiento es que parte inmediatamente en toda Latinoamérica, “dado que lo digital no tiene barreras geográficas, no había ninguna razón para quedarnos solo en Chile”, comentó Nicolás. Esto explica por qué startups que parten desde un garaje desafían a grandes corporaciones con muchos años de existencia. “No es el tamaño, es la velocidad y la capacidad de adaptarse a un entorno permanentemente cambiante”, aseguró Nicolás.
