Venezuela consiguió este jueves una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el período 2020-2022, a pesar de las críticas de ONG y países latinoamericanos, en una elección organizada por la Asamblea General de Naciones Unidas.
Caracas obtuvo 105 votos, en un escrutinio marcado por aplausos cuando se anunció el resultado. Dos asientos estaban disponibles para América Latina. Brasil ganó el segundo escaño con 153 votos. Costa Rica, que había tratado de bloquear a Venezuela, consiguió solo 96 adhesiones.
Venezuela celebró como un “importante logro” y una “victoria” el puesto alcanzado en dicho Consejo .
“Hoy venimos a informar y a celebrar una nueva victoria de la diplomacia bolivariana de paz (…)”, dijo el canciller Jorge Arreaza, al sumarse a la celebración, más temprano, del fiscal general, Tarek William Saab, quien lo calificó como un “importante logro” en declaraciones ofrecidas durante la excarcelación de 24 opositores.
La candidatura de Venezuela fue objeto de una fuerte controversia.
Un informe de la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, indicó que el gobierno venezolano reportó 5.287 muertes por “resistencia a la autoridad” en 2018 y otras 1.569 entre el 1 de enero y el 19 de mayo de 2019. Muchos de esos casos, según Bachelet, pueden constituir ejecuciones extrajudiciales.
Más de medio centenar de países, incluyendo Chile, desconocen la presidencia de Maduro y reconocen como autoridad legítima al jefe parlamentario Juan Guaidó. Maduro, sin embargo, conserva amplio apoyo en la ONU, con respaldo en particular de Rusia y China.
Creado en 2006, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU se compone de 13 escaños para África, 13 para Asia-Pacífico, ocho para América Latina y el Caribe, siete para Europa Occidental y otros seis para Europa del Este.