Según indicó el organismo que ve la legalidad de las postulaciones a cargo de elección popular y la realización de los comicios con ese fin, los reparos de dan en relación a que no cumplen con el “requisito inherente a la residencia permanente”.
Las observaciones al exmandatario se basan en que éste se asiló en noviembre pasado en México tras su dimisión al cuarto período presidencial que recién iniciaba por irregularidades en el proceso eleccionarios, y luego se refugió en Argentina.
Los adversarios de Morales quieren anular su aspiración al Senado, aduciendo que no reside en Bolivia desde ese mes, invocando la exigencia constitucional que sostiene que un requisito para los candidatos vivir de forma permanente en la región por la que se postulan al menos los dos años anteriores a la elección.
En una situación similar se halla el exministro de economía del caudillo aymara, Luis Arce, quien busca que el Movimiento al Socialismo (MAS), vuelva al poder, y que se asiló en México en diciembre pasado.
La Constitución exige cinco años de residencia en el país a los presidenciables.
De momento, el TSE no se ha pronunciado al respecto, pero analistas como el politólogo Carlos Cordero, consideran que “la aspiración de Morales de postular al Senado está prácticamente frustrada”.
La corte electoral boliviana comunicó también que inhabilitó a un candidato presidencial de derecha para las elecciones del 3 de mayo, argumentando que no cumplió 11 de 12 requisitos contenidos en el reglamento de inscripción.
Con la anulación de esa candidatura del partido Acción Democrática Nacionalista (ADN), del extinto dictador Hugo Banzer, son siete los postulantes que se mantienen en carrera.
En las nuevas elecciones generales de mayo, citadas luego de haberse anulado las de octubre pasado por irregularidades, se elegirán además de presidente y vicepresidente a 36 senadores y 120 diputados.
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