Ubicada en Morandé 538, La Casona del Centro, inaugurada en 2008, es mucho más que un restaurante de carnes, es un lugar que busca recuperar el espíritu republicano del Santiago patrimonial. El inmueble está protegido por el Consejo de Monumentos Nacionales, lo que invita a una experiencia más allá de lo gastronómico.
La Nación tuvo la oportunidad de conversar con Salvador Nanjarí, gerente del céntrico restaurante para saber más de su historia.
– Esta casona tiene una historia muy especial. Fue la casa de un ex presidente y los asistentes deben saber que visitar este lugar es, al mismo tiempo, visitar y sentirse parte de la historia de nuestro país y de un sector tan emblemático de la capital
Esta casona tiene mucha historia. Es de un estilo neo clásico, de la segunda mitad del Siglo XIX, no hay una exactitud clara de que año fue construida, pero tenemos una idea de que fue entre 1870 y 1880, donde tenemos antecedentes oficiales de que la casa ya estaba habitada por la familia del ex presidente Balmaceda.
– Era común en esa época que casonas como esta, tan cercanas a la casa de gobierno, estuvieran habitadas por los mismos protagonistas de la vida política del momento
Es increíble pensar que a sólo tres cuadras de este lugar estaba la oficina del presidente, algo impensado en nuestra época. Eran tiempos donde se tenia otra concepción de cómo se organizaba el estado y la sociedad. Originalmente lo que es el primer piso de esta casona eran las cocheras de la propiedad, y la zona donde montamos la parrilla correspondía al área de servicios y de los patios interiores de la construcción.
Desde el lugar de la parrilla, un hermoso tragaluz comienza a ascender hasta el segundo piso. En ese lugar de la casona, transformado en un amplio salón de eventos, se pueden observar los ladrillos originales de la casa, al igual que muchas de las puertas y vigas de la construcción.
– La casa está protegida por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). ¿Cómo fue la aventura de intervenir esta casona protegida por el CMN?
Por encontrarse en la zona patrimonial de la comuna, el caso histórico, implicó que en su momento la realización de este proyecto fuera al amparo y en concordancia con el Consejo de Monumentos. Por ejemplo, no estamos autorizados a ni siquiera poner un letrero con el nombre del restaurante en la fachada.
– ¿Cómo logran tener visibilidad con todas estas reglas que hay que cumplir?
Nosotros siempre en las comunicaciones de la empresa hacemos mención al valor patrimonial de nuestro lugar. Además, tratamos de transmitir nuestro espíritu republicano en todo lo que hacemos. En ese sentido somos un espacio súper abierto, frecuentemente recibimos gente del mundo político, del Estado, de la corte y ministerios. Ademas de gente del mundo privado, lo que genera un punto de encuentro para el debate republicano. En ese sentido, en este lugar puedes tener a gente importante de la política almorzando en el día, y en la noche a vecinos del barrio.
– En el marco del día del Patrimonio Cultural de Santiago que cumple 17 años, ¿Serán parte este año de las actividades
Hemos participado en dos ocasiones con la apertura del local. En lo personal, creo que ha faltado un poco de difusión con respecto a los lugares que no forman parte de la ruta más tradicional del Día del Patrimonio, sin embargo hemos abierto nuestras instalaciones para que la gente pueda hacer una pausa dentro de tantas actividades que están en el barrio durante este día domingo. Tenemos esperanzas de que esto vaya creciendo y que vayan conociendo nuestro lugar.
En La Casona del Centro, están orgullosos de su trabajo. Independiente su labor gastronómica y servicial, el lugar invita a ser parte de un Chile que existió en algún lugar determinado, y ese es el gran valor que tiene la casona de Morandé 538.
Fotos por Lorna Remmele: