Diego Gallardo, un popular cantante ecuatoriano conocido como “Aire del Golfo”, falleció el pasado martes en medio de la ola de violencia que registra el país, tras recibir una bala loca en la ciudad de Guayaquil.

El incidente ocurrió mientras el artista iba a buscar a su hijo al colegio en la avenida del Bombero, en el sector de Los Ceibos, instante en el que se registró una intensa balacera. 

La información fue confirmada por el presidente de la Liga Profesional de Fútbol de Ecuador, Miguel Ángel Loor, quien a través de redes sociales, manifestó que “falleció por una bala perdida Dieguito Gallardo. Estaba yendo a recoger a su hijo al colegio”. 

“Un joven de primera, músico, padre, esposo, hijo, hermano, nieto, todo de primera. Primo de mi esposa, mi primo. Qué desgracia. Una familia destruida”, añadió. 

En tanto, su esposa, Camille Gamarra, publicó un extenso mensaje recordando a Gallardo. “Moriste como un héroe, yendo a proteger a nuestro hijo. Ese amor tan grande sin medidas es lo que nos queda de consuelo. Mis hijos no pudieron tener mejor padre que tú”, expresó. 

Asimismo, indicó que “espero haberte podido devolver todo el amor y felicidad que me diste mi Diegi, hubo un antes y después en mi vida y en la Camille que soy desde que te conocí. Gracias por amarme sin juzgarme y por enseñarme lo que es un amor libre e infinito. Siempre de pie para nuestros hijos y ahora tu legado. Te voy a extrañar y contaré los días hasta volvernos a ver”. 

Durante su carrera, el fallecido músico se caracterizó por un particular estilo en el que combinaba la música tradicional de su país, con otros sonidos contemporáneos, como reggae, blues y rock, según consignó Radio Cooperativa. 

Por otra parte, cabe destacar que Ecuador enfrenta una grave crisis de seguridad, que se desató por la fuga de la cárcel de Guayaquil de José Adolfo Macías, alias “Fito”, un peligroso líder de uno de los principales grupos del crimen organizado en ese país. Lo anterior, provocó que el presidente, Daniel Noboa, decretara estado de excepción por 60 días para combatir el crimen organizado.