En un escenario energético mundial donde los focos de atención se dirigen mayormente hacia los colosos mercados chino y estadounidense, Sudamérica emerge como un protagonista silente pero poderoso. Con una diversidad económica, una riqueza cultural histórica y una topografía variada, la región no suele ser la primera en la lista cuando se trata de anticipar el florecimiento de las energías renovables. Sin embargo, las últimas estadísticas revelan una realidad distinta. Analicemos de cerca este panorama en constante evolución y exploremos las direcciones hacia las cuales se encaminan estas energías en la región.
Magnitud del auge de las energías renovables
El incremento en la capacidad energética renovable en Sudamérica ha sido notable en los últimos años. Tan solo en 2022, la región incorporó más de 18.2 GW de nueva capacidad, superando el ritmo de crecimiento de Norteamérica y ubicándose solo un poco por detrás de Europa.
Estas cifras, medidas en relación con el consumo neto de energía, indican un potencial significativo para que Sudamérica se convierta en un exportador destacado de energía en un futuro próximo. Aunque históricamente la región no ha sido un gran exportador, con Rusia liderando en el mercado del gas natural y China y Estados Unidos en otros recursos, los vientos están cambiando.
Diversificación económica y estabilidad política
La expansión de las energías renovables emerge como una estrategia clave para la diversificación económica y la consecuente estabilidad política en Sudamérica. Esta inversión no solo fomenta el crecimiento económico, sino que también puede atraer capitales extranjeros y promover la innovación en otros sectores. La apuesta por la diversificación económica podría allanar el camino hacia una mayor estabilidad y desarrollo sostenible en toda la región.
Principales tipos de energías renovables en uso
La energía hidroeléctrica lidera el panorama energético renovable de Sudamérica, abasteciendo más del 60% de la electricidad del continente. Además, países como Brasil, Chile y Argentina están realizando importantes inversiones en energía solar y eólica, aprovechando sus recursos naturales y geográficos para diversificar aún más su matriz energética. La competencia y la innovación en estos sectores están reduciendo los costos y mejorando la eficiencia, lo que está impulsando una mayor adopción de estas tecnologías.
Venta de excedentes de energía fuera de la región
El auge de la exportación de biocombustibles se posiciona como un área en crecimiento en Sudamérica. La región ha logrado un uso efectivo de la bioenergía a nivel nacional y ahora busca oportunidades para exportar estos recursos a nivel internacional. Este movimiento no solo podría generar ingresos adicionales para la región, sino que también podría ayudar a diversificar sus mercados y fortalecer su posición en la economía global de la energía.
Continuidad del patrón en toda América Latina
Con la instalación de miles de millones de paneles solares y la expansión de proyectos eólicos en toda la región, América Latina está en camino de convertirse en un líder global en energía limpia. La colaboración entre países latinos en el desarrollo de infraestructuras energéticas compartidas puede crear una red regional de energía renovable más sólida y resiliente.
Perspectivas futuras
Incluso actividades aparentemente simples, como consultar los resultados de la lotería en Google o ver una película en plataformas de streaming, requieren de una infraestructura compleja en segundo plano, pero la época en la que la energía era principalmente proporcionada por unos pocos países bendecidos con abundantes recursos naturales extraídos de la tierra está llegando rápidamente a su fin. A medida que Sudamérica avanza hacia un futuro más sostenible, el potencial de crecimiento en el sector de las energías renovables sigue siendo prometedor.
Con una combinación de recursos naturales abundantes, políticas favorables y un enfoque renovado en la innovación, la región está bien posicionada para liderar el camino hacia un futuro más limpio y próspero. Sin duda, estamos presenciando el ascenso imparable de las energías renovables en Sudamérica y su impacto duradero en el panorama energético global.