Este jueves comenzó a regir en el país el nuevo Plan Paso a Paso, implementado por el Ministerio de Salud (Minsal) y que contempla tres nuevas fases: Bajo Impacto, Medio Impacto y Alto Impacto Sanitario, lo que conlleva la flexibilización del uso de mascarilla en espacios abiertos.

El tránsito entre ellas se determinará por tres ejes: dinámica de circulación viral, capacidad de respuesta del sistema de salud y protección poblacional.

Las regiones que tendrán todas sus comunas en nivel de Bajo Impacto Sanitario son: Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso (a excepción de Isla de Pascua), Metropolitana, O’Higgins, Maule, Ñuble, Biobío, Araucanía, Los Ríos, Aysén y Magallanes.

Uno de los temas más polémicos con respecto a las nuevas medidas y el de mayor resonancia social es la flexibilización del uso de mascarilla en lugares abiertos.

¿Cómo podría reaccionar la sociedad frente al no uso de mascarilla?

Daniela Thumala, Doctora en Psicología e investigadora del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo de la Universidad de Chile (GERO), señala que se podrían presentar tres principales reacciones frente a estas nuevas medidas del Minsal.

La especialista detalla que en un grupo “van a haber personas mayores que probablemente les dé mucho temor porque tienen una condición de salud que los hace mucho más vulnerables, por lo que no es solo un tema, sino que hay tema de salud a la base”.

El segundo grupo corresponde a las personas que verán esto como un acercamiento a la normalidad. “Muchas personas mayores que estuvieron encerradas por el confinamiento (…), entonces esto da una sensación de que esto está mejorando y eso puede generar mucho entusiasmo en muchas personas, incluidas personas mayores”, explica Thumala.

Por último, la especialista argumenta acerca de un tercer grupo: “No saben qué va a pasar, puede ser una buena medida, pero tal vez va a traer problemas. Hay que ir viendo y eso de alguna manera sigue estirando esa sensación de incertidumbre que hemos experimentado con esta pandemia, y la incertidumbre es un estresor importante”.

Finalmente, la profesional sentencia que las reacciones a la medida pueden ser muy variadas. “Habrán personas que felices se van a sacar la mascarilla y van a haber otras personas mayores que no lo van a querer hacer, y eso es respetable. Puede que haya algunos que quieran salir menos (…). Hay que respetar el ritmo en que cada persona” puntualizó.