Este domingo la justicia de Rusia decretó la prisión preventiva por dos meses para los cuatro de los once sospechosos de perpetrar el atentado en la sala de conciertos Crocus City Hall, el cual dejó al menos 143 fallecidos y más de 180 heridos. Los cuatro hombres fueron imputados por cargos de terrorismo y arriesgan cadena perpetua.
Los imputados llegaron al tribunal de Basmanni, Moscú, con evidentes heridas en sus rostros, moretones y desfigurados. Uno de ellos, identificado como Saidakrami Rachabalizoda, arribó con una venda en su cabeza. De acuerdo con medios locales, durante el interrogatorio le habrían cortado una oreja, según recogió The Washington Post.
Durante la audiencia, confesó su participación en el ataque y se determinó que no tenía antecedentes penales. Dalerdzhon Mirzoev, originario de Tayikistán y padre de tres hijos, también reconoció su participación en el atentado.
Luego, fue el turno de Fariduni Shamsudin, un joven de 19 años que llegó al tribunal en silla de ruedas y en compañía de dos médicos luego de resultar herido durante la detención.
El cuarto sospechoso es Muhammadsobir Faizov, quien se desarrollaba como peluquero en la ciudad de Ivánovo y que actualmente se encontraba cesante.
La organización terrorista Estado Islámico se atribuyó la autoría de los hechos, pero las autoridades rusas miran a Ucrania, pese a que negó cualquier implicación con el atentado.