Carolina “La Rancherita” Molina utilizó recientemente sus redes sociales para denunciar una brutal golpiza. Aseguró que a pocas horas de celebrar el Año Nuevo, dos mujeres ingresaron a su domicilio y tras varias amenazas la golpearon sin parar.
Este lunes la artista dio detalles de este episodio en diálogo con “Bienvenidos”, donde explicó que todo se produjo tras dar inicio a la relación con su actual pololo, noticia que no fue bien recibida por su expareja, Nataly Rivas.
“Yo conocí a mi pareja actual hace dos años. Empezamos a trabajar, él como representante mío y ahí fue cuando él me trajo a esta casa“, dijo.
De igual modo, se refirió a las críticas que señalan que se habría involucrado con un hombre casado: “Nataly Rivas no era pareja, habían sido pareja, tienen un hijo en común. Él nunca tuvo las ganas de sacarla de la casa, la dejó viviendo aquí solamente por mantener un bienestar para su hijo (…) Yo nunca me he metido en una relación de pareja ni menos de una persona casada. Para empezar Claudio no estaba casado, ni tampoco tenía una relación de pareja, yo lo comprobé y me aseguré de eso antes de dar cualquier paso”.
“Cuando ella vio eso y comprobó que había algo entre nosotros, empezaron una campaña de desprestigios en mi contra enviándole un texto a productores de televisión, productores de radio, productores de eventos, diciendo que yo habría roto un matrimonio, que así yo escalaba, metiéndome con mi manager, con productores y destruyendo familias“, agregó.
En cuanto al día de la agresión, el 31 de diciembre, Molina expresó: “Siento que tocan el timbre, me asomo, obviamente pregunto quién es y ella empieza a gritarme improperios. Escucho que se caen las tablas, porque rompió las tablas de la puerta del jardín. Cuando escucho que se caen las tablas, alcanzo a escribir a mi pareja ‘entró’ y de ahí yo me quedé acá, porque pensé que la puerta de la cocina estaba con llave, pero no y por ahí entró“.
“Cuando termino de enviar ese mensaje la veo acá encima mío. Me agarra el pelo, me empieza a pegar puñetazos. Cuando ya vi que agarró el cenicero yo dije esto pasó a más de una cuestión de combos, de cachetadas o de tirones de mechas. Me tiré al suelo para que no me siguieran pegando en la cara y me empezaron a pegar patadas las dos. Les empecé a gritar ‘por favor déjenme estoy embarazada’, pensando que me iban a dejar de pegar, que como mujer a lo mejor iban a reaccionar, pero siguieron pegándome”, añadió.
Por último, dijo que cuando fue a la Comisaría “el carabinero nos dice que no tenían carro policial para llevarme a la posta a constatar lesiones, que era lo primero que había que hacer y después hacer la denuncia. Vuelvo a Carabineros y cuando entramos estaba esta tipa haciendo la denuncia ella y la amiga, que nosotros le habíamos pegado“.