La selección argentina logró un importante hito la noche de este martes en el Estadio Maracaná, luego de vencer por 1 a 0 Brasil, quitándole a la “Verdeamarela” su histórico invicto como local en las Clasificatorias. No obstante, en la previa del partido, unos graves incidentes empañaron el comienzo del espectáculo deportivo.
Concretamente, minutos antes del inicio del encuentro y al interior del estadio, hinchas argentinos se enfrentaron con los fanáticos brasileños y con la policía local.
Debido al conflicto en las tribunas, algunos jugadores de la “Albiceleste” se acercaron a la zona de los incidentes, intentando calmar el violento ambiente con la policía de Río de Janeiro.
Posteriormente, el capitán del vigente campeón del mundo, Lionel Messi, decidió retirar al equipo de la cancha para ir al camarín, ya que no estaban las condiciones para iniciar el cotejo.
En tanto, y después de la intervención del presidente de la AFA (Asociación de Fútbol de Argentina), Claudio ‘Chiqui’ Tapia, la tensión disminuyó y los jugadores volvieron a la cancha.
Luego del encuentro, en donde Argentina se impuso gracias al gol de Nicolás Otamendi (63’), “La Pulga” se refirió a la determinación que tomó con el equipo, y declaró que “veíamos cómo le estaban pegando a la gente, como pasó en la final de la Libertadores, otra vez reprimiendo a la gente con los palos”.
“Había jugadores que tenían familias ahí. Uno piensa en la familia, no sabe bien qué está pasando y está más pendiente de eso que de jugar un partido. Llegado a ese punto, es secundario”, añadió.
En la misma línea, manifestó que abandonar el campo de juego “era la manera de que se tranquilice todo. Veíamos cómo le pegaban a la gente, podía haber pasado una desgracia. Cuando se calmó todo decidimos ir para adentro, preguntar cómo estaban los familiares, averiguar un poquito todo. Después salimos”.