El candidato de Chile Vamos a la alcaldía de Santiago, Mario Desbordes (RN), en conversación con Radio Cooperativa, se refirió al emplazamiento que hizo la jefa comunal, Irací Hassler (PC).
La alcaldesa acusó “turismo electoral” y dijo que la derecha está con “candidatos de descarte”.
Hassler apuntó al “desorden y poco arraigo que hay con la comuna de Santiago” y cuestionó que “para algunos pareciera que ello es un botín” y que Renovación Nacional es un “mal recuerdo” para la comuna, “tuvo un periodo anterior con mucho abandono, con violencia sobre violencia”, en referencia a la administración de Felipe Alessandri.
Desbordes señaló a Cooperativa que “efectivamente no vivo en la comuna, yo no le voy a mentir a los electores, la mayoría de los alcaldes anteriores, algunos con muy buena gestión, tampoco vivían en la comuna, no estamos eligiendo al mejor vecino. Pero lo más importante: ella sí vive en la comuna y lo ha hecho pésimo, lo ha hecho súper mal, es lo que creo yo, lo creen muchos vecinos y eso estará en la balanza en octubre”.
Añadió que “esto de vivir en la comuna parece que no solo no fue algo positivo, sino que al revés, ella ha sido una mala vecina como alcaldesa“.
Respecto a los dichos por el “descarte”, el exministro afirmó que es “una descalificación que no se sostiene. Dentro de los candidatos que se evaluaron estaba Rodrigo Delgado, exalcalde, exministro, es un nombre con una trayectoria política gigante; Sebastián Sichel, una trayectoria enorme también, ministro, candidato presidencial; el que habla, más el concejal Juan Mena, que lleva muchos años trabajando en la comuna. Entre los cuatro, la coalición con encuesta en mano define quien es la carta más competitiva para enfrentarla”.
“Más que un descarte, yo estoy orgulloso y agradecido de haber sido designado por los partidos entre tan buenas cartas que estaban sobre la mesa. Ahora, por supuesto que es importante ser candidato de los ciudadanos más que de los partidos, así que esa pega empezará ahora”, remarcó.
Desbordes agregó que su trayectoria política y privada “es bien distinta a la de ella”, por lo que pidió “respeto, para que no entremos en las descalificaciones personales“.