El año pasado, los primos Marco y Esteban Grimalt fueron los encargados de representar a Chile por primera vez en vóleibol playa en unos Juegos Olímpicos, tras participar de Río 2016.
Un año después la meta es otra: clasificar y conseguir una participación destacada en las próximas citas de los cinco anillos y por qué no, una medalla para nuestro país.
A su vez, permanecen compitiendo en el primer nivel internacional, tanto en torneos regionales como planetarios. “Venimos de participar en el Campeonato Mundial de Austria, en donde obtuvimos el 17° lugar. Ahora el torneo que viene son los Juegos Bolivarianos, que es con lo que cerraríamos el año deportivo. Nos estamos preparando de muy buena forma para eso, estamos haciendo un gran trabajo físico y entrenando harto con la otra dupla que también va, que son Ignacio Zavala e Ignacio Frazzoni. Estamos motivados con la idea de revalidar el oro en los Bolivarianos y ya después para el verano viene el circuito sudamericano y el nacional”, explica Marco, el mayor de los primos, en conversación con Triunfo.
Sobre sus inicios en esta disciplina y la larga tradición familiar que tienen detrás en el vóleibol indoor, Esteban relata: “Nosotros venimos de una familia de tradición en el vóleibol a partir de mi papá, que con sus seis hermanos fueron todos alguna vez seleccionados nacionales. Desde que comenzó mi ‘viejo’ a ser seleccionado sus hermanos lo siguieron, y cuando solo quedaba su hermano menor se topó con mi hermano mayor. O sea es una tradición que se mantenga un Grimalt en la selección desde hace 40 años. Mi mamá también fue una voleibolista destacada, fue capitana de la selección durante 10 años”.
El menor de los Grimalt agrega que “más o menos en el 90 mis papás se fueron a Linares, que es la ciudad a la que nosotros representamos, contamos con un gran apoyo allá. El equipo de Linares tiene 7 ligas ganadas de las 9 en las que ha participado desde que comenzó el año 2008. Es un equipo que marca tendencia en el vóleibol nacional. Nosotros estamos presentes en el equipo cuando podemos, generalmente para las finales los acompañamos un poco más. Es algo que nos apasiona y disfrutamos con eso”.
¿Cómo fueron sus inicios en el voley playa?
Esteban: Nuestro primer partido de voley playa fue para reemplazar a una dupla que faltó a un torneo de un circuito nacional, en el verano del 2006 o del 2007, era la última fecha en Los Andes. Yo fui a ver a mi hermano que jugaba, Marco es de San Felipe entonces estaba ahí en la zona. Y al faltar una dupla nos pidieron si podíamos completar el cuadro para que no hubiera “Walk Over” y se pueda jugar.
¿Nunca habían jugado juntos?
E: No, de hecho yo nunca había jugado en la playa. Marco ya había tenido una experiencia pequeña antes. Ganamos ese primer partido, perdimos los dos siguientes pero quedamos motivados para al año siguiente empezar a participar en el circuito nacional. Lo hicimos y así estuvimos por alrededor de tres años hasta que el año 2009 ganamos el circuito nacional y la primera fecha sudamericana. Eso nos hizo ir participando en fechas internacionales sudamericanas. Después clasificamos a los Juegos Odesur de Medellín en playa pero también estábamos en el equipo de indoor.
Entonces ahí fue donde tuvimos que decidirnos por uno de los dos deportes, no podíamos participar en ambos. Y por la proyección que le vimos al voley playa, que es un deporte en donde necesitas el compromiso de solo dos personas en vez de doce que estén en la misma onda, decidimos inclinarnos por la playa. Nos fue bien en ese Sudamericano, obtuvimos la medalla de bronce, eso nos dio el financiamiento para un entrenador internacional y comenzó nuestro camino que llevamos hasta el día de hoy.
El 2006 fue aproximadamente su primer partido juntos ¿Se imaginaron que 10 años después estarían compitiendo en unos Juegos Olímpicos? ¿Cómo fue esa experiencia?
Marco: Para todos los deportistas, llegar a unos Juegos Olímpicos es lo más alto a lo que se puede aspirar. Era un sueño y lo cumplimos el año pasado llegando a Río después de una clasificación muy fuerte y complicada. Una vez que llegamos a lograr este sueño, nos paramos y ya estamos pensando en los nuevos objetivos que son no solo llegar a los Juegos Olímpicos sino que participar de mejor forma en ellos. Fue una experiencia inolvidable. El hecho de estar en esta villa olímpica y compartir con deportistas de todas las disciplinas de tantos países es algo impagable. Nos motivó a seguir entrenando y mejorando para insertarnos en esta elite mundial que integran los deportistas olímpicos que participaron en Río. Queremos ir por la revancha en Tokyo. El voley playa es un deporte más longevo que el resto ya que se puede practicar fácilmente hasta los 35 años, por lo que nos podrían quedar alrededor de dos ciclos olímpicos más, contando Tokyo y Paris. Nos motiva representar a Chile, no solo llegando a los Juegos sino que ahora también buscando una medalla.
¿Cómo ven el desarrollo del voley playa en nuestro país? ¿Se ven nuevas generaciones que vengan detrás de ustedes que mantengan a Chile en este nivel?E: Ese es el punto débil del deporte chileno en general, falta preocuparse tanto del alto rendimiento como de la formación. Como tú dices llevamos 10 años en esto del voley playa, 7 de ellos dedicados completamente y en los últimos 3 o 4 hemos conseguido resultados importantes. Las escuelas de formación acá comenzaron hace alrededor de dos años, entonces todavía estamos en pañales en ese sentido. Pero que hayan comenzado ya es un paso super grande. También hace un tiempo se realizó el primer curso de entrenadores internacional de voley playa, acá en Chile casi no había, creo que uno o dos en ese momento. Se capacitaron alguno más, de ellos unos pocos comenzaron a impartir clases en estas escuelas de voley playa. Pero falta que se fomente más este deporte tanto acá en Santiago como en el resto del país. Tenemos miles de kilómetros de costa que se podrían aprovechar. Tenemos un clima privilegiado en el norte en donde podría haber centros de entrenamiento durante todo el año. Nos falta mucho por crecer en ese sentido para igualar a las potencias mundiales. Se está cimentando un camino y esperemos que se vaya acelerando año a año para llegar a un nivel óptimo en el mediano plazo.
Es un poco paradójico que habiendo 4 mil kilómetros de costa, ustedes entrenen acá en Santiago donde no hay playas. ¿Cómo es la infraestructura que tienen para desarrollar este deporte?
M: Acá en Santiago hay una mayor cantidad de jugadores que puedan dedicarse a esto. El apoyo se centra más acá, está este recinto de arena en Peñalolén, también algunos estadios de voley privados tienen arena. Nosotros entrenamos acá en Santiago como base porque tenemos el apoyo en la parte kinésica y médica, por eso tenemos que estar todos concentrados acá. Pero como decía Esteban es muy importante aprovechar el clima del norte y quizás descentralizar un poco este deporte que es de playa. Acá en Chile podemos incentivar no solo el voley playa sino que muchos otros deportes de arena que están tomando empuje que son el fútbol playa, el handball playa, el rugby playa o el tenis playa, que son deportes nuevos que se pueden potenciar usando el mismo espacio.
¿Ustedes ven potencial en nuestro país en el voley playa como para pensar seriamente en una medalla olímpica alguna vez, considerando nuestra geografía y el apoyo en infraestructura que se le está dando a este deporte?
E: El voley playa es un deporte super mental y de experiencia. Nosotros año a año hemos ido ganando experiencia y eso es en el fondo lo que te da las herramientas para que cuando uno vuelva a vivir esa misma situación, como un punto de partido en contra o un 20 iguales, te hace llegar mejor preparado. Nosotros este año tuvimos victoria sobre los que obtuvieron medalla de plata en los Juegos Olímpicos, también le ganamos a varias duplas que disputaron los primeros lugares. Entonces sabemos que se puede lograr, se le puede ganar a las mejores duplas del mundo. Hicimos partidos de tres set y de diferencia mínima con el campeón olímpico. Sabemos que se puede lograr pero para eso tenemos que seguir trabajando, tenemos que tener esa experiencia.
Los Juegos Olímpicos son un torneo totalmente distinto al resto. Nosotros en el circuito mundial jugamos en un super buen nivel, pero en los Juegos Olímpicos bajamos un poco nuestro nivel de juego. Tuvimos un par de problemas previos, Marco de cortó un pié en la arena de Copacabana con un quitasol que estaba enterrado una semana previa a los Juegos, eso fue mala suerte. Pero también la presión y la ansiedad que uno siente estando en unos Juegos Olímpicos en un estadio gigante es diferente. Sin duda que nuestros rivales en ese momento lo manejaron mucho mejor que nosotros y marcaron una diferencia en ese sentido. Nosotros lo tomamos como una experiencia positiva a pesar de que no llegamos a jugar al nivel que queríamos. El estar ahí nos cambió los objetivos y nuestros sueños ya que sin duda queremos llegar mejor preparados en una próxima instancia.
Un año después la meta es otra: clasificar y conseguir una participación destacada en las próximas citas de los cinco anillos y por qué no, una medalla para nuestro país.
A su vez, permanecen compitiendo en el primer nivel internacional, tanto en torneos regionales como planetarios. “Venimos de participar en el Campeonato Mundial de Austria, en donde obtuvimos el 17° lugar. Ahora el torneo que viene son los Juegos Bolivarianos, que es con lo que cerraríamos el año deportivo. Nos estamos preparando de muy buena forma para eso, estamos haciendo un gran trabajo físico y entrenando harto con la otra dupla que también va, que son Ignacio Zavala e Ignacio Frazzoni. Estamos motivados con la idea de revalidar el oro en los Bolivarianos y ya después para el verano viene el circuito sudamericano y el nacional”, explica Marco, el mayor de los primos, en conversación con Triunfo.
Sobre sus inicios en esta disciplina y la larga tradición familiar que tienen detrás en el vóleibol indoor, Esteban relata: “Nosotros venimos de una familia de tradición en el vóleibol a partir de mi papá, que con sus seis hermanos fueron todos alguna vez seleccionados nacionales. Desde que comenzó mi ‘viejo’ a ser seleccionado sus hermanos lo siguieron, y cuando solo quedaba su hermano menor se topó con mi hermano mayor. O sea es una tradición que se mantenga un Grimalt en la selección desde hace 40 años. Mi mamá también fue una voleibolista destacada, fue capitana de la selección durante 10 años”.
El menor de los Grimalt agrega que “más o menos en el 90 mis papás se fueron a Linares, que es la ciudad a la que nosotros representamos, contamos con un gran apoyo allá. El equipo de Linares tiene 7 ligas ganadas de las 9 en las que ha participado desde que comenzó el año 2008. Es un equipo que marca tendencia en el vóleibol nacional. Nosotros estamos presentes en el equipo cuando podemos, generalmente para las finales los acompañamos un poco más. Es algo que nos apasiona y disfrutamos con eso”.
¿Cómo fueron sus inicios en el voley playa?Esteban: Nuestro primer partido de voley playa fue para reemplazar a una dupla que faltó a un torneo de un circuito nacional, en el verano del 2006 o del 2007, era la última fecha en Los Andes. Yo fui a ver a mi hermano que jugaba, Marco es de San Felipe entonces estaba ahí en la zona. Y al faltar una dupla nos pidieron si podíamos completar el cuadro para que no hubiera “Walk Over” y se pueda jugar.
¿Nunca habían jugado juntos?
E: No, de hecho yo nunca había jugado en la playa. Marco ya había tenido una experiencia pequeña antes. Ganamos ese primer partido, perdimos los dos siguientes pero quedamos motivados para al año siguiente empezar a participar en el circuito nacional. Lo hicimos y así estuvimos por alrededor de tres años hasta que el año 2009 ganamos el circuito nacional y la primera fecha sudamericana. Eso nos hizo ir participando en fechas internacionales sudamericanas. Después clasificamos a los Juegos Odesur de Medellín en playa pero también estábamos en el equipo de indoor.
Entonces ahí fue donde tuvimos que decidirnos por uno de los dos deportes, no podíamos participar en ambos. Y por la proyección que le vimos al voley playa, que es un deporte en donde necesitas el compromiso de solo dos personas en vez de doce que estén en la misma onda, decidimos inclinarnos por la playa. Nos fue bien en ese Sudamericano, obtuvimos la medalla de bronce, eso nos dio el financiamiento para un entrenador internacional y comenzó nuestro camino que llevamos hasta el día de hoy.
El 2006 fue aproximadamente su primer partido juntos ¿Se imaginaron que 10 años después estarían compitiendo en unos Juegos Olímpicos? ¿Cómo fue esa experiencia?
Marco: Para todos los deportistas, llegar a unos Juegos Olímpicos es lo más alto a lo que se puede aspirar. Era un sueño y lo cumplimos el año pasado llegando a Río después de una clasificación muy fuerte y complicada. Una vez que llegamos a lograr este sueño, nos paramos y ya estamos pensando en los nuevos objetivos que son no solo llegar a los Juegos Olímpicos sino que participar de mejor forma en ellos. Fue una experiencia inolvidable. El hecho de estar en esta villa olímpica y compartir con deportistas de todas las disciplinas de tantos países es algo impagable. Nos motivó a seguir entrenando y mejorando para insertarnos en esta elite mundial que integran los deportistas olímpicos que participaron en Río. Queremos ir por la revancha en Tokyo. El voley playa es un deporte más longevo que el resto ya que se puede practicar fácilmente hasta los 35 años, por lo que nos podrían quedar alrededor de dos ciclos olímpicos más, contando Tokyo y Paris. Nos motiva representar a Chile, no solo llegando a los Juegos sino que ahora también buscando una medalla.
¿Cómo ven el desarrollo del voley playa en nuestro país? ¿Se ven nuevas generaciones que vengan detrás de ustedes que mantengan a Chile en este nivel?E: Ese es el punto débil del deporte chileno en general, falta preocuparse tanto del alto rendimiento como de la formación. Como tú dices llevamos 10 años en esto del voley playa, 7 de ellos dedicados completamente y en los últimos 3 o 4 hemos conseguido resultados importantes. Las escuelas de formación acá comenzaron hace alrededor de dos años, entonces todavía estamos en pañales en ese sentido. Pero que hayan comenzado ya es un paso super grande. También hace un tiempo se realizó el primer curso de entrenadores internacional de voley playa, acá en Chile casi no había, creo que uno o dos en ese momento. Se capacitaron alguno más, de ellos unos pocos comenzaron a impartir clases en estas escuelas de voley playa. Pero falta que se fomente más este deporte tanto acá en Santiago como en el resto del país. Tenemos miles de kilómetros de costa que se podrían aprovechar. Tenemos un clima privilegiado en el norte en donde podría haber centros de entrenamiento durante todo el año. Nos falta mucho por crecer en ese sentido para igualar a las potencias mundiales. Se está cimentando un camino y esperemos que se vaya acelerando año a año para llegar a un nivel óptimo en el mediano plazo.Es un poco paradójico que habiendo 4 mil kilómetros de costa, ustedes entrenen acá en Santiago donde no hay playas. ¿Cómo es la infraestructura que tienen para desarrollar este deporte?
M: Acá en Santiago hay una mayor cantidad de jugadores que puedan dedicarse a esto. El apoyo se centra más acá, está este recinto de arena en Peñalolén, también algunos estadios de voley privados tienen arena. Nosotros entrenamos acá en Santiago como base porque tenemos el apoyo en la parte kinésica y médica, por eso tenemos que estar todos concentrados acá. Pero como decía Esteban es muy importante aprovechar el clima del norte y quizás descentralizar un poco este deporte que es de playa. Acá en Chile podemos incentivar no solo el voley playa sino que muchos otros deportes de arena que están tomando empuje que son el fútbol playa, el handball playa, el rugby playa o el tenis playa, que son deportes nuevos que se pueden potenciar usando el mismo espacio.
¿Ustedes ven potencial en nuestro país en el voley playa como para pensar seriamente en una medalla olímpica alguna vez, considerando nuestra geografía y el apoyo en infraestructura que se le está dando a este deporte?
E: El voley playa es un deporte super mental y de experiencia. Nosotros año a año hemos ido ganando experiencia y eso es en el fondo lo que te da las herramientas para que cuando uno vuelva a vivir esa misma situación, como un punto de partido en contra o un 20 iguales, te hace llegar mejor preparado. Nosotros este año tuvimos victoria sobre los que obtuvieron medalla de plata en los Juegos Olímpicos, también le ganamos a varias duplas que disputaron los primeros lugares. Entonces sabemos que se puede lograr, se le puede ganar a las mejores duplas del mundo. Hicimos partidos de tres set y de diferencia mínima con el campeón olímpico. Sabemos que se puede lograr pero para eso tenemos que seguir trabajando, tenemos que tener esa experiencia.
Los Juegos Olímpicos son un torneo totalmente distinto al resto. Nosotros en el circuito mundial jugamos en un super buen nivel, pero en los Juegos Olímpicos bajamos un poco nuestro nivel de juego. Tuvimos un par de problemas previos, Marco de cortó un pié en la arena de Copacabana con un quitasol que estaba enterrado una semana previa a los Juegos, eso fue mala suerte. Pero también la presión y la ansiedad que uno siente estando en unos Juegos Olímpicos en un estadio gigante es diferente. Sin duda que nuestros rivales en ese momento lo manejaron mucho mejor que nosotros y marcaron una diferencia en ese sentido. Nosotros lo tomamos como una experiencia positiva a pesar de que no llegamos a jugar al nivel que queríamos. El estar ahí nos cambió los objetivos y nuestros sueños ya que sin duda queremos llegar mejor preparados en una próxima instancia.
