Integrantes de la Mesa Directiva y coordinadores de comisiones de la Convención Constituyente respondieron a las críticas que surgieron tras el rechazo a algunas emblemáticas iniciativas populares de norma, como aquella que, pese contar con 27 mil firmas, proponía mantener el bicameralismo.
La respuesta más contundente corrió por cuenta de Bastián Labbé (MSC), coordinador de la Comisión de Participación Popular, quien declaró a El Mercurio que “el requisito de juntar 15 mil firmas era que eran parte del debate constitucional, no había una obligatoriedad de aprobar, porque de hecho hay muchas iniciativas populares que son contradictorias unas con otras”.
Asimismo, Labbé manifestó su desacuerdo en que el rechazo de esas iniciativas constituya un portazo a la ciudadanía que desea participar del proceso constituyente, ya que, recordó, existen instancias como los cabildos y los encuentros autoconvocados. Respecto de las iniciativas populares de norma, simplemente operó la democracia.
“Se dio una deliberación, se hicieron preguntas sobre las propuestas normativas (…). Hay procesos diferentes, que son complementarios, y en ese sentido hemos apuntado a que la deliberación tiene un papel importante; y hay otras iniciativas populares de norma que se han aprobado”, declaró a El Mercurio.
La presidenta de la Mesa, María Elisa Quinteros, refirió a las iniciativas populares de norma como un “insumo para deliberar”, al tiempo que aprovechó de aclarar que “el hecho de rechazar algunas no significa que el tema se haya eliminado de la deliberación, sino que puede haber otra propuesta que lo aborde de la misma manera”.
Agregó además que “hay una segunda etapa que tiene que ver con las indicaciones y en muchas de esas propuestas, seguramente hay algunas partes que van a ser incluidas como indicaciones para mejorar las que fueron aprobadas”.