La Universidad de Aysén entregó este martes 23 sus títulos a su segunda generación de egresados y egresadas, provenientes del Departamento de Salud, de Ciencias Sociales y Humanidades, y de Ciencias Naturales y Tecnología, quienes se convirtieron en la segunda generación de profesionales del joven plantel, que fue creado en 2015 y que recibió a sus primeros estudiantes en marzo de 2017.
La instancia fue encabezada por el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana; el superintendente de Educación Superior, José Miguel Salazar; y el rector de la casa de estudios, Enrique Urra. Todos ellos abordaron la reciente designación de Juan Pablo Prieto como administrador provisional de la Universidad de Aysén, quien tendrá la misión de “recuperar las finanzas institucionales, darle equilibrio a la universidad y establecer una plataforma de desarrollo para el futuro proyecto de esta institución”, tal como él mismo aseguró en un punto de prensa realizado antes, que se convirtió en su primera actividad pública en su nuevo rol.
El subsecretario Orellana remarcó con su presencia y la del superintendente de Educación Superior la importancia que tiene para el Gobierno el fortalecer este proyecto regional, y aseguró que este es un esfuerzo en el que perseverará a fin de que el desarrollo y las oportunidades educacionales lleguen a todo Chile.
“Los mercados no se orientan por criterios de justicia social y territorial, y por eso estamos aquí hoy día, y quiero ratificar nuestro compromiso de cambiar las universidades del Estado. No puede ser que no tengamos un financiamiento específico para instituciones de zonas extremas. Nosotros vamos a corregir eso en el contexto de la modernización del financiamiento de la educación superior y de las universidades del Estado. Vamos a enfrentar ese desafío y vamos a construir los instrumentos necesarios para garantizar la operación de esta universidad y de nuestras universidades”, dijo.
El subsecretario profundizó: “Queremos salir de un esquema de financiamiento que ha privilegiado la competencia y que no ha sido una buena decisión, sobre todo para los rincones en las zonas extremas de nuestro país, que requieren un financiamiento distinto, pero más que todo necesitamos profesionales formados en valores públicos, y vamos a perseverar en esa tarea”.
José Miguel Salazar, superintendente de Educación Superior, se mostró confiado en que “con la colaboración de todas las agencias públicas involucradas en este proceso, la universidad va a tener un muy buen futuro, un muy buen porvenir. Creo que están trabajando para que la Universidad de Aysén termine de consolidarse en su región, termine de instalarse”. Agregó que el esfuerzo no sólo será por “formar profesionales, sino que se va a preocupar fundamentalmente del desarrollo de la región, de pensar distintas alternativas, distintos modos de hacer y de vivir en esta región”.
En tanto, Enrique Urra, rector de la Universidad de Aysén, felicitó a las y los nuevos titulados y sus familias por el compromiso y el esfuerzo por convertirse en profesionales. “Somos una región históricamente rezagada, débilmente conectada con el territorio nacional y entre sus propios territorios, con condiciones climáticas implacables que exigen a sus habitantes tremendas condiciones de adaptabilidad. Pese a ello es una región que lucha contra la adversidad, que se hace camino y se fortalece con cada paso que recorre”.
A la instancia también asistieron autoridades regionales como el delegado presidencial de la Región de Aysén, Rodrigo Araya, y la seremi de Educación, Isabel Garrido, entre otras. La ceremonia incluyó intervenciones artísticas de la Camerata Vocal y del Cuarteto de Cuerdas de la Universidad de Aysén.