La Asamblea General de las Naciones Unidas decretó en 1999 que cada 12 de agosto se celebre el Día Internacional de la Juventud, siguiendo las recomendaciones de la Conferencia Mundial de Ministros de la Juventud que se había desarrollado el año anterior en Lisboa, Portugal.

El objetivo de esta conmemoración es “promover el papel de la juventud como socia esencial en los procesos de cambio y generar un espacio para generar conciencia sobre los desafíos y problemas a los que estos se enfrentan”.

En el contexto actual, la celebración de esta fecha sirve para sensibilizar sobre los efectos que ha provocado la pandemia del Covid-19 en la juventud mundial.

Según la ONU, el coronavirus ha tenido graves repercusiones económicas y sociales en todo el mundo, pero los jóvenes han sido particularmente vulnerables a la crisis causada por la pandemia. Pero asegura que también constituirán un elemento fundamental en una recuperación inclusiva y en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) durante la presente década.

De acuerdo con la Organización Internacional de Trabajo, uno de cada seis jóvenes se encuentra sin trabajo debido a la crisis provocada por el Covid-19.

Según estimaciones recientes se deberían crear 600 millones de empleos en los próximos 15 años para satisfacer las necesidades de empleo juvenil.

Además, la proporción de jóvenes sin empleo, educación o formación (tasa NEET juvenil) se ha mantenido persistentemente alta en los últimos 15 años y ahora es del 30% para las jóvenes y del 13% para los jóvenes en todo el mundo.

El Programa de Acción Mundial para los Jóvenes (WPAY) establece que los gobiernos deben asegurar que sus servicios satisfagan las necesidades de los jóvenes. En este contexto, hay que garantizar que los jóvenes, así como otros sectores de la comunidad y los pacientes, sean tenidos en cuenta en la puesta en marcha de medidas sanitarias y no sanitarias en la respuesta al Covid-19.

La ONU también destaca la labor de los jóvenes para garantizar la difusión de información fiable sobre la salud pública, utilizando nuevas tecnologías como redes sociales y videos.

Esto a pesar de que la semana pasada la Organización Mundial de la Salud (OMS) y autoridades sanitarias han señalado a los jóvenes como aceleradores de los rebrotes de coronavirus. Michael Ryan, director de emergencias sanitarias de la OMS, hizo un llamado directo el jueves pidiéndoles que se pregunten ¿Realmente tengo necesidad de ir a esa fiesta?
 
La llegada de las vacaciones en el hemisferio norte y el levantamiento de los confinamientos han llevado a la salida en masa de las personas entre 15 y 25 años, ansiosas de divertirse. Sin embargo, constituyen también una población difícil de controlar.