ONG felicitó con nombre y apellido a los jóvenes que lograron altos puntajes y que, aun así, prefirieron postular a pedagogía en lugar de otras carreras consideradas de éxito. Hernán Hochschild, director ejecutivo del organismo, señala que no fue una campaña y explica la falta de comprensión lectora de quienes han criticado la iniciativa.

Elige Educar, la ONG que apoya y fideliza a los estudiantes que escogen la carrera de pedagogía en momentos en que la educación requiere una profunda transformación, concretó un largo proceso de orientación a más jóvenes con una alta vocación, con un acto simbólico notable pero que llegó a las redes sociales con la amplificación de la crítica simplona.

100 poleras felicitaban con nombre y apellido a estos jóvenes que lograron altos puntajes y que, aun así, prefirieron postular a pedagogía en lugar de otras carreras consideradas de éxito. Con mensajes como “A mí me presionaron para ser médico, pero ahora voy a ser profesor”, “Un arquitecto construye muros, yo quiero enseñar a derribarlos” o “Un periodista menos, un profesor más“, las prendas eran la forma en que Elige Educar validaba esta valiente decisión en tiempos de apariencia. Sin embargo, el mensaje llegó deformado a la web y los medios, cree Hernán Hochschild, director ejecutivo de la organización, nacida el 2009.

“Lo primero que hay que aclarar es que no se trató de una campaña como se ha publicado. Fue una actividad de acompañamiento que hicimos durante todo el año con más de 20 mil estudiantes de altos puntajes que entraban a la universidad este año y muchos de los cuales se sentían presionados por estudiar carreras como ingeniería, derecho, medicina o arquitectura; pero el día de su matrícula escogieron pedagogía”, explica.

La presión en los jóvenes por escoger carreras mejor remuneradas o de mayor aceptación social es enorme y no es sólo familiar, sino ambiental, agrega Hochschild.

“Sin embargo está basada en la realidad porque ser profesor en Chile no es algo fácil. Es complicado. Y ese mensaje es algo que rodea la vocación de los jóvenes, las recomendaciones de los padres, amigos y la sociedad. Hacia los padres, de la sociedad, los amigos. Como un reconocimiento a esta vocación es que les llevamos este regalo a nuestros matriculados en pedagogía. No se trataba de un comparativo entre carreras o profesiones como se ha querido entender”, reitera.

Ni siquiera hubo una intención de hacer masiva esta entrega, dice el ejecutivo quien lamenta que quienes han difundido fotos, twitteos y críticas no hayan mostrado el mensaje completo que busca mostrar la capacidad transformadora de la pedagogía con el llamado “#SeréProfesor #HagoLoQueQuiero”. Otros estampados dicen: “Quiero enseñar a respetar a todas las mujeres, seré profesor”, “Quiero poder trabajar en cualquier parte de Chile” y “Con tu puntaje puedes hacer un Chile más justo”.

-Parece ser un buen momento para estudiar pedagogía respecto a décadas anteriores.
Sí, tenemos entendido que cerca de 300 puntajes sobre 700 eligieron ser profesores. Ese récord nos dice que aunque la situación se perciba como compleja, la educación está agarrando vuelo. Los últimos años se han dado varios cambios relevantes como el aumento en las remuneraciones y en las exigencias para entrar a la carrera.

-¿A nivel institucional, qué estímulo crees que sigue para estos jóvenes después de la polera?
-A nivel social ha comenzado a penetrar la idea de la importancia de la pedagogía. El ruido que ha hecho el asunto de las poleras también ayuda a entender la relevancia que tiene el tema y eso supone entender la complejidad de esta vocación y darle una nueva mirada a una carrera que generalmente es ninguneada respecto a otras profesiones. Ese reconocimiento es justo. Es algo que hay que hacer porque estos muchachos se atrevieron. Por otro lado estamos muy optimistas porque el año pasado se promulgó la Nueva Ley de Carrera Docente lo que ha sido un gran impulso para los estudiantes y que está llevando grandes talentos a las aulas.