A diario, en sus 337 programas, la causa del padre Alberto Hurtado es testigo de miles de historias humanas de pérdida, dolor y vulneración de sus derechos más esenciales. Personas que han experimentado situaciones tan duras y difíciles en su vida que se escapan a la imaginación. Y que pese a ello tienen la resiliencia de sobreponerse con las precarias herramientas con las que cuentan. En 2018, un total de 32.608 personas fueron atendidas a lo largo del país por el Hogar de Cristo.
“He visto gente morir en la calle”, dice Freddy Navarrete, monitor social del equipo calle, quien junto a un equipo especializado sale cada noche a visitar a personas que se han visto en la necesidad de dormir a la intemperie, sin otro techo que el cielo y las estrellas.
“La vida de calle es dura, sobre todo para los chiquillos que ya han perdido todas sus redes y para los que tiene problemas de salud mental. Yo me dedico a ayudar a quienes viven en esa situación para aportar a la justicia social. Es una necesidad que he sentido siempre”, explica.
Este video muestra que cuando se habla de pobreza, la realidad es peor de lo que se puede imaginar.