Bolivia conmemoró este jueves el aniversario de su independencia en medio de la pandemia y de una pugna política que impidió que la presidenta interina derechista Jeanine Áñez entregara su primer mensaje anual ante el Congreso.
La jornada del aniversario de la fundación del país en 1825, tras el fin del régimen colonial español, se desarrolló además en medio de cortes de rutas por parte de seguidores del expresidente izquierdista Evo Morales (2006-2019), en rechazo a la postergación de las elecciones generales.
Cada 6 de agosto el presidente de Bolivia entrega un mensaje anual de su gestión, pero este jueves la presidenta del Senado, Eva Copa, del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, dio por terminada la sesión prematuramente, impidiendo que Áñez entregara su mensaje.
Áñez pretendía entregar su mensaje al parlamento por videoconferencia, pues arguyó que está en fase de recuperación tras padecer Covid-19, pero Copa no le permitió hablar argumentando que el gobierno no había cumplido con enviarle previamente los documentos del informe anual de gestión.
Aunque no pudo hablar ante el Congreso, la mandataria entregó su mensaje por televisión a todo el país desde el Palacio de Gobierno, en el que fustigó a los legisladores del MAS. Además, los instó a aprobar un crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) que permitiría entregar un bono a las familias bolivianas más golpeadas por la pandemia.
“Llamo a los asambleístas del MAS, a que se pongan la mano al pecho y liberen el dinero para pagar el Bono Salud. Las familias bolivianas necesitan de su solidaridad ante esta emergencia”, dijo la mandataria.
Este bono de 500 bolivianos (unos 72 dólares) sería entregado a unos 3,5 millones de personas, pero el MAS afirma que el gobierno no ha realizado una adecuada justificación para el uso de esos fondos.
Es la primera vez, desde la recuperación de la democracia en 1982, que el presidente de Bolivia no puede entregar su informe anual ante el Congreso.