La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se refirió al asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía, hecho ocurrido el 25 de mayo en Minneapolis.
A través de su cuenta de Twitter, la expresidenta chilena manifestó que el homicidio del ciudadano estadounidense “se ha convertido en un emblema del uso excesivo de la fuerza desproporcionada por parte de las fuerzas del orden público contra las personas de ascendencia africana, contra las personas de color y contra los pueblos indígenas y las minorías raciales y étnicas en países de todo el mundo”.
Agregó que “necesitamos una acción decisiva en todo el mundo, no solo para reformar o reimaginar las instituciones y las agencias de aplicación de la ley, sino para abordar el racismo generalizado que corroe las instituciones, afianza la desigualdad y subyace a tantas violaciones de los DDHH. La impunidad debe terminar”.
Bachelet sostuvo que “desde una atención médica deficiente hasta una educación inadecuada, avance laboral limitado, rechazos de préstamos hipotecarios y de vivienda, malos tratos por parte de funcionarios, restricciones prácticas sobre el derecho al voto y sobrecarcelamiento, la discriminación racial perjudica a millones de personas”.
“Ya sea que se filmen o no y se vuelvan virales en las redes sociales, cualquier acto de mala conducta del personal policial debe ser investigado, sancionado o procesado de inmediato, de acuerdo con los estándares internacionales”, declaró la alta comisionada.
“La discriminación racial sistémica se extiende más allá de cualquier expresión de odio individual. Es el resultado del sesgo en múltiples sistemas e instituciones de política pública, que por separado y en conjunto perpetúan y refuerzan las barreras para la igualdad”, añadió.
Según Bachelet, “necesitamos escuelas y universidades sin prejuicios. Necesitamos economías que brinden oportunidades verdaderamente iguales y un trato justo a todos. Necesitamos instituciones políticas que sean más receptivas e inclusivas. Necesitamos sistemas de justicia que sean verdaderamente justos”.
“Deberíamos ir más allá de las recomendaciones existentes. El tiempo es la esencia. La paciencia se ha acabado. Las vidas negras importan. Las vidas indígenas importan. La vida de las personas de color es importante. Todos los seres humanos nacen iguales en dignidad y derechos. Eso es lo que defendemos”, concluyó.