“La situación en Venezuela ilustra claramente la manera en la que las violaciones de los derechos civiles y políticos -incluida la no defensa de las libertades fundamentales y la independencia de las instituciones clave- pueden acentuar un declive de los derechos económicos y sociales”, señaló este miércoles Michelle Bachelet en el marco del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En su primer pronunciamiento sobre la crisis humanitaria, política y económica que vive ese país, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se refirió al panorama en Ginebra, Suiza, haciendo un acápite en la realidad humanitaria venezolana, que tiene un régimen que no quiere claudicar y un gobierno encargado que lo quiere derrocar por considerarlo usurpador.
La expresidenta chilena, que en ningún momento fue literal para hablar de violaciones a los derechos humanos en Venezuela, realidad actual de esa nación “muestra también cómo el rápido deterioro de estas condiciones económicas y sociales da lugar a un número aún mayor de protestas, a una represión aún más grande y a nuevas violaciones de los derechos civiles y políticos”.
Añadió que “esta situación ha sido exacerbada por las sanciones y la actual crisis política, económica, social e institucional resultante es alarmante”.
La instancia multilateral volverá a tratar más profundamente la situación en Venezuela el 20 de marzo, en presencia de su máxima autoridad, quien fue invitada en noviembre por Nicolás Maduro a viajar a Venezuela para “ver los efectos […] de las sanciones”.
El discurso de Bachelet se produce en un momento en el que el régimen chavista, llamó a la ciudadanía a manifestarse el sábado 9 de marzo, “cuatro años después” del anuncio de las primeras sanciones impuestas por el entonces presidente estadounidense Barack Obama, las que se entremezclarán con las movilizaciones que lidera el mandatario encargado, Juan Guaidó.
El martes, el representante especial de Estados Unidos para la crisis en Venezuela, Eliott Abrams, anunció por su parte que Washington impondría próximamente nuevas restricciones de visados estadounidenses a los que apoyan a Nicolás Maduro.
Además, no excluyó que, tras las sanciones económicas impuestas a su régimen, el Tesoro estadounidense pueda adoptar “sanciones secundarias” contra compañías extranjeras o incluso países que continúen negociando con las entidades venezolanas en la lista negra de Estados Unidos.
En su primer pronunciamiento sobre la crisis humanitaria, política y económica que vive ese país, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se refirió al panorama en Ginebra, Suiza, haciendo un acápite en la realidad humanitaria venezolana, que tiene un régimen que no quiere claudicar y un gobierno encargado que lo quiere derrocar por considerarlo usurpador.
La expresidenta chilena, que en ningún momento fue literal para hablar de violaciones a los derechos humanos en Venezuela, realidad actual de esa nación “muestra también cómo el rápido deterioro de estas condiciones económicas y sociales da lugar a un número aún mayor de protestas, a una represión aún más grande y a nuevas violaciones de los derechos civiles y políticos”.
Añadió que “esta situación ha sido exacerbada por las sanciones y la actual crisis política, económica, social e institucional resultante es alarmante”.
La instancia multilateral volverá a tratar más profundamente la situación en Venezuela el 20 de marzo, en presencia de su máxima autoridad, quien fue invitada en noviembre por Nicolás Maduro a viajar a Venezuela para “ver los efectos […] de las sanciones”.
El discurso de Bachelet se produce en un momento en el que el régimen chavista, llamó a la ciudadanía a manifestarse el sábado 9 de marzo, “cuatro años después” del anuncio de las primeras sanciones impuestas por el entonces presidente estadounidense Barack Obama, las que se entremezclarán con las movilizaciones que lidera el mandatario encargado, Juan Guaidó.
El martes, el representante especial de Estados Unidos para la crisis en Venezuela, Eliott Abrams, anunció por su parte que Washington impondría próximamente nuevas restricciones de visados estadounidenses a los que apoyan a Nicolás Maduro.
Además, no excluyó que, tras las sanciones económicas impuestas a su régimen, el Tesoro estadounidense pueda adoptar “sanciones secundarias” contra compañías extranjeras o incluso países que continúen negociando con las entidades venezolanas en la lista negra de Estados Unidos.