Simultáneamente, su rival en el balotaje del 28 de octubre, el izquierdista Fernando Haddad, dirigió una “Carta abierta al pueblo evangélico” en la que rechaza las “mentiras” que vinculan al Partido de los Trabajadores (PT) con causas como la defensa del aborto o la “ideología de género”.
La religión juega un papel decisivo en la crispada campaña en Brasil, el país con más católicos en el mundo, pero donde las iglesias pentecostales han venido creciendo tanto en número de fieles como en influencia política.
Bolsonaro, de origen católico, se reunió con el cardenal Orani Tempesta en la arquidiócesis en Rio de Janeiro, para suscribir una declaración favorable a la agenda conservadora de la Iglesia católica.
“Firmamos un compromiso en defensa de la familia, en defensa de la inocencia de la niñez en las escuelas; en defensa de la libertad de religión, contrario al aborto y a la legalización de las drogas”, declaró Bolsonaro en un video divulgado por su campaña.
“Siempre he defendido” esas causas, afirmó Bolsonaro, muy cuestionado por comentarios racistas y homófobos que ha intentado suavizar al final de la campaña.
De su lado, Haddad reivindicó su fe cristiana durante un encuentro con líderes evangélicos en Sao Paulo.
Ninguno de los gobiernos del PT “propuso al Congreso leyes inexistentes por las cuales nos atacan: la legalización del aborto, el kit gay (…) la elección de sexo por parte de los niños (…), tampoco constan en mi programa de gobierno”, escribió Haddad en su carta.
Por eso “quedé preocupado por las calumnias que se volvieron comunes en las redes sociales (…) El Estado laico no le da la espalda a las religiones, reconoce a todas las creencias”, destacó luego Haddad durante su reunión con los pastores.
En Brasil, el aborto solo es permitido en casos de violación, riesgo para la madre o grave malformación del feto.
Bolsonaro tiene 59% de intención de voto para la segunda vuelta del 28 de octubre, frente al 41% de Haddad, según la más reciente encuesta Ibope.
Entre los evangélicos el apoyo al excapitán del Ejército sube a 66%, frente a 24% para Haddad. Entre los católicos, Bolsonaro aventaja a Haddad por 48% a 42%.
En el censo de 2010, un 65% de los brasileños se declaraba católico y un 22,2% evangélico.
Según la encuesta de la ONG Latinobarómetro, en 2017, los evangélicos ya alcanzaban el 30% de la población.