El papa Francisco ordenó este sábado al arzobispo de Santiago, Celestino Aós (75), como cardenal en ceremonia presencial que se realizó en el Vaticano. Aós es el octavo cardenal en la historia de la iglesia chilena y el segundo que nombra el argentino Jorge Mario Bergoglio.
Debido a que el arzobispo tiene menos de 80 años podrá votar en el Colegio Cardenalicio por un nuevo pontífice en caso de que se produzca la vacante.
Aós se suma a los cardenales José María Caro (el primero de Chile, nombrado por Pío XII en 1946), Raúl Silva Henríquez (Juan XXIII), Juan Francisco Fresno, Carlos Oviedo Cavada, Jorge Medina, Francisco Javier Errázuriz (los cuatro por Juan Pablo II) y Ricardo Ezzati (el último, nombrado por Francisco en 2014).
La ceremonia se realizó en la Basílica de San Pedro del Vaticano a las 12:00 horas de Chile (16:00 de Italia), y al inicio el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos, en nombre de los 13 nuevos cardenales dirigió un saludo al papa Francisco.
Luego, después de la oración y lectura de un pasaje del Evangelio de San Marcos, el pontífice hizo la homilía y a continuación leyó la fórmula de creación y el nombre de todos los nuevos cardenales.
El rito prosiguió con la profesión de fe de los nuevos purpurados ante el pueblo de Dios, como también su juramento de fe y obediencia al papa Francisco y a sus sucesores.
Los nuevos cardenales, según el orden de creación, se arrodillaron ante el pontífice quien les impuso el birrete cardenalicio, les entregó el anillo y la bula de la creación, como también el documento de asignación del título de una iglesia de Roma, como símbolo de participación al trabajo pastoral del papa.
Celestino Aós llegó al Vaticano el 10 de noviembre pasado y de inmediato inició una cuarentena preventiva de diez días en una habitación de la Casa Santa Marta del Vaticano, residencia del papa Francisco. A pesar de que los tests de PCR dieron negativo, de todas formas debió guardar confinamiento.