Pero como señaló recientemente el patrón de las “Flechas Plateadas”, Totto Wolf, “la batalla por la temporada próxima ya ha comenzado”.
Los últimos Grandes Premios de la temporada 2017 son en efecto la ocasión de probar las nuevas piezas en los monoplazas para analizar su evolución antes de la vuelta a la competición en marzo.
Para Hamilton será además la oportunidad de desquitarse del 9º puesto en México y del cuarto puesto en Brasil. Hay que remontarse a 2013 para encontrar dos resultados consecutivos tan discretos para el campeón inglés.
Hamilton y el fantasma de 2015
Después de lograr el título en 2015, Hamilton levantó el pie y vio cómo su entonces compañero, el alemán Nico Rosberg ganaba las tres últimas carreras. La inercia permitió a Rosberg ganar las cuatro primeras de la siguiente temporada, en la que acabaría proclamándose campeón del mundo.Hamilton no desea que se repita la historia, y tratará de evitar el triunfo del alemán Sebastian Vettel, ganador en Brasil.
Su duelo se anuncia igualado, ya que ambos pilotos cuentan en su palmarés con tres victorias en el circuito de Yas Marina, donde la carrera tiene lugar tradicionalmente entre la oscuridad de la noche.
Al alemán de Ferrari deberá poner un ojo en el retrovisor en busca de Valtteri Bottas (Mercedes), quien aún podría arrebatarle el segundo puesto del Mundial. Aunque el finlandés gane, a Vettel le serviría con ser octavo.
También está en juego la cuarta plaza del Mundial, a la que aspiran el otro finlandés, Kimi Raikkonen (Ferrari) y el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull).
El mexicano Sergio Pérez opta al séptimo puesto, que ocupa el francés Esteban Ocon, su compañero en Force India.
Las cinco primeras posiciones en la clasificación de constructores ya están adjudicadas. No así la sexta, a la que aspiran Toro Rosso, Renault y Haas, los tres en un margen de sólo seis puntos.
No es sólo cuestión de honor. El orden de las escuderías determina los ingresos de cada una. Los rumores apuntan que quedar sexto asegura 12 millones de dólares más que hacerlo octavo.
“Esta carrera significa casi un campeonato por sí sola”, resume Cyril Abiteboul, director de Renault Sport Racing.
Para el brasileño Felipe Massa, que se retira a los 36 años, será su última ocasión al volante de un F1 en un Gran Premio.