Según la declaración del ex operador político y recaudador de fondos de campaña para la Nueva Mayoría, el otrora presidente de Endesa era quien se encargaba de conseguir los aportes con los altos ejecutivos de Soquimich Salar y del grupo Angelini, que luego serían justificados con la facilitación de boletas que éste consiguió para materializarlos.
“Cuando llamaba Martelli para reunirse con Contesse, decía que llamaba de parte del señor Rosenblut”. Así describió Katherine Bischof, ex secretaria del despedido gerente general de SQM Salar, Patricio Contesse, la relación triangular entre éste, el ex recaudador de fondos la Nueva Mayoría, Giorgio Martelli y el otrora presidente de Endesa y captador de aportes de campaña a nivel de grandes empresas, Jorge Rosenblut.
En los extractos de la declaración que el pasado 11 de noviembre dio en calidad de testigo la encargada de la agenda del principal ejecutivo de Soquimich Salar y que publica este miércoles El Mostrador, señala que ambos sostuvieron varias citas con Contesse pero siempre por separado, pero que sí cada vez que el operador político le solicitaba una cita por correo éste tenía como asunto “Giorgio Martelli (de Jorge Rosenblut)”.
Según indica el medio electrónico el propio recaudador del financiamiento de campaña para la Presidenta Michelle Bachelet en 2013, fue quien en su declaración ante el entonces fiscal nacional, Sabas Chahuán, narró el papel que ejercía Rosenblut en este sistema, puesto que se reunía con los gerentes generales o altos mandos de las empresas, como Patricio Contesse, y el abogado José Tomás Guzmán, en el grupo Angelini, oportunidad en la que concordaban una cantidad de dinero “para financiar la democracia”.
Posteriormente a ello, Martelli se encargaba de la parte operativa, esto es emisión de facturas, conseguir boletas y la realización de presuntos estudios para justificar las platas destinadas a las contiendas electorales.
“Rosenblut me contactó con José Tomás Guzmán y me dijo el monto autorizado para la operación con el grupo Angelini. Guzmán estableció la distribución de financiamiento entre las empresas del grupo y me indicó los montos de cada empresa de un monto general que se había pactado entre Guzmán y Rosenblut”, indicó el geógrafo de profesión en su testimonio.
El resultado de aquello fue que AyN, la firma de Martelli, recibió $223 millones de Soquimich Salar y $208 millones de Empresas Copec, Celulosa Arauco y Cruz del Sur, del grupo Angelini, entre 2012 y 2013, los que sirvieron para financiar a un conjunto de profesionales que trabajó durante el período de precampaña y, más tarde, ingresó al Gobierno de Bachelet.
Asimismo y en su calidad de presidente de Endesa, Rosenblut tuvo la instrucción del directorio de la firma de destinar US$1 millón en las elecciones de 2013. En paralelo, gestionó aportes fuera de la ley para la precampaña de Michelle Bachelet.
SECCIÓN: País
AUTOR: Giselle Sauré
FUENTE: La Nación