Melo tenía 56 años y había sido campeón de los pesos pesados y semipesados en las décadas de 80 y 90. Participaba de la competición gastronómica organizada por la comuna de Pinamar, un centro turístico con playas atlánticas de veraneo a 350 Km al sur de Buenos Aires.
“Se tapó la vía aérea con una medialuna y eso le provocó un paro respiratorio. Intentamos reanimarlo pero ya era tarde. No recomiendo este tipo de concursos”, dijo a la prensa Walter Ciencio, director del hospital municipal.
“La gente no podía entender qué pasaba cuando Melo empezó a dar manotazos en el aire. “Creímos que era una broma”, relató Aída, hermana del expugilista.
La prueba consistía en cuántas medialunas, como se le dice al croissant, podían comer los competidores durante un minuto.