La Medicina de Estilos de Vida (MEV) es una rama de la medicina tradicional, basada en la evidencia científica, que se enfoca en el papel que los hábitos y comportamientos de estilo de vida tienen en la salud y el bienestar de una persona.
Esta disciplina se centra en la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas mediante la promoción de un estilo de vida saludable, a través de sus 6 pilares:
- Alimentación saludable: Que la medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina. Optar por una dieta predominantemente basada en plantas, rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras de origen vegetal y grasas saludables es esencial.
- Actividad física: El sedentarismo es un enemigo silencioso de la salud. Incorporar actividad física regular en la rutina diaria mejora tu autoestima, salud mental, sueño, reduce el estrés y el riesgo de enfermedades crónicas. La OMS recomienda de 150 a 300 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana.
- Sueño de calidad: Un sueño de calidad es crucial para la salud general. Durante el sueño, el cuerpo repara los tejidos y regula diversas funciones. La falta de sueño está relacionada con la obesidad, la diabetes y la hipertensión y riesgo de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer.
- Reducción de estrés: El estrés puede ser muy positivo cuando nos mueve a la acción, sin embargo cuando este nos lleva a un estado de ansiedad y frustración, nos puede producir un estado proinflamatorio crónico que conduce a mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, autoinmunes, cutáneas y enfermedades de salud mental
- Cese de hábitos nocivos: El tabaco y alcohol son un enemigo feroz de la salud. Por su lado el tabaco produce daño cardiovascular y afecta la capacidad pulmonar. Por su parte el alcohol tiene riesgo de alteraciones hepáticas, nutricionales y conductuales, que afectan la calidad de vida. Ambos son procancerígenos.
- Fortalecer relaciones interpersonales positivas: Es uno de los pilares que ha demostrado tener relación con la felicidad y sentir una vida plena. Es fundamental para una adecuada salud mental y bienestar.
El enfoque terapéutico a través del manejo de estos pilares pueden reducir significativamente el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas, la obesidad, hipertensión, dislipidemia o alteración del colesterol en la sangre, cáncer, infartos al miocardio, entre otros.
Además de la prevención, la MEV también puede ayudar a manejar y tratar enfermedades crónicas ya existentes. A través de ella se puede lograr reducir la presión arterial; mejorar su nivel de azúcar en la sangre (glicemia) para el manejo de resistencia a la insulina, prediabetes y diabetes; reducir el colesterol; mejorar la función cardíaca; aliviar síntomas de la esfera de la salud mental como ansiedad y depresión, entre otros. De esta forma, muchas personas logran reducir su consumo de medicamentos e incluso, algunos terminan por suspenderlos, logrando por ejemplo cesar el uso de insulina inyectada, suspender antihipertensivos y antidepresivos y muchos más.
Otro beneficio de la MEV es que puede mejorar la calidad de vida de las personas. Al adoptar hábitos saludables, las personas pueden mejorar su nivel de energía, reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. Esto puede tener un impacto significativo en su capacidad para realizar tareas cotidianas y disfrutar de la vida.
En resumen, la medicina de estilos de vida se enfoca en el bienestar general del paciente y su entorno, a través de la promoción de hábitos saludables y la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas. Adoptar un estilo de vida saludable puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas y reducir el riesgo de enfermedades. Si estás buscando una forma de mejorar tu salud y bienestar, la medicina de estilos de vida puede ser una opción valiosa.
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Dra. Johanna Nielsen
Residente Nutrición Clínica del Adulto
Hospital Clínico Universidad de Chile
Centro de Salud One Health
