En la antesala del inicio del evento en Madrid, España, la ministra del Medio Ambiente y presidenta de la COP25, Carolina Schmidt, se refirió a la situación social en Chile, subrayando que durante mucho tiempo ha sido un ejemplo de desarrollo económico, pero “la realidad ha demostrado que no fue compartido, repartido y distribuido de manera equitativa”.
“El 18 de octubre, Chile despertó. Así lo ha expresado una gran mayoría de chilenos y chilenas de manera cívica y democrática. Sin embargo, una pequeña minoría lo hizo de manera violenta, comprometiendo el derecho de los chilenos y chilenas a vivir en paz”, sostuvo.
La secretaria de Estado tuvo un encuentro con la prensa para hablar del evento sobre cambio climático que se iba a desarrollar en suelo chileno, pero también se dio espacio para abordar lo que ha ocurrido en Chile.
“Lo más difícil de toda esta situación, evidentemente, son las vidas que se perdieron, pero quiero ser clara: el gobierno tiene un compromiso y apoyo irrestricto al respeto de los derechos humanos”, dijo.
Añadió que “recibimos los informes sobre derechos humanos, que el mismo gobierno solicitó. Y los recibimos con dolor y preocupación. Una vez conocida la información se van a tomar las acciones pertinentes. No va a haber impunidad”, recalcó.
La ministra Schmidt también sostuvo que fue doloroso no poder recibir la COP25 en Chile, sin embargo, “no renunciamos a la convicción profunda sobre la relevancia de los chilenos y el mundo entero de impulsar la acción climática con urgencia”.
Recordó que Chile asumió la Presidencia de la Conferencia de las Partes (COP) en representación de Latinoamérica y el Caribe, después de que Brasil renunció a serlo el año pasado.
“Justamente porque estamos convencidos que los países en desarrollo somos los más afectados por el cambio climático y tenemos muchos problemas socio-ambientales que sólo se agravan con el calentamiento global. Y que sólo se pueden enfrentar si trabajamos juntos multilateralmente”, detalló.
La autoridad reconoció que el mundo vive una crisis climática y ambiental sin precedentes y lo ejemplificó entregando datos como que la temperatura global está camino a convertirse en la más cálida de la historia, el nivel de CO2 en la atmósfera es el más alto que haya existido jamás y las emisiones de la industria energética siguen creciendo a un ritmo frenético, y la Antártida se está derritiendo tres veces más rápido que hace una década.
“Por eso, es tiempo de actuar. No es un eslogan, es una necesidad, una exigencia que tenemos todos los países, ninguno lo puede solucionar de manera individual. Cada medida que no se toma, cada compromiso que no se asume, es un paso atrás en la lucha contra el cambio climático”, enfatizó la ministra y presidenta de la COP25.
“El 18 de octubre, Chile despertó. Así lo ha expresado una gran mayoría de chilenos y chilenas de manera cívica y democrática. Sin embargo, una pequeña minoría lo hizo de manera violenta, comprometiendo el derecho de los chilenos y chilenas a vivir en paz”, sostuvo.
La secretaria de Estado tuvo un encuentro con la prensa para hablar del evento sobre cambio climático que se iba a desarrollar en suelo chileno, pero también se dio espacio para abordar lo que ha ocurrido en Chile.
“Lo más difícil de toda esta situación, evidentemente, son las vidas que se perdieron, pero quiero ser clara: el gobierno tiene un compromiso y apoyo irrestricto al respeto de los derechos humanos”, dijo.
Añadió que “recibimos los informes sobre derechos humanos, que el mismo gobierno solicitó. Y los recibimos con dolor y preocupación. Una vez conocida la información se van a tomar las acciones pertinentes. No va a haber impunidad”, recalcó.
La ministra Schmidt también sostuvo que fue doloroso no poder recibir la COP25 en Chile, sin embargo, “no renunciamos a la convicción profunda sobre la relevancia de los chilenos y el mundo entero de impulsar la acción climática con urgencia”.
Recordó que Chile asumió la Presidencia de la Conferencia de las Partes (COP) en representación de Latinoamérica y el Caribe, después de que Brasil renunció a serlo el año pasado.
“Justamente porque estamos convencidos que los países en desarrollo somos los más afectados por el cambio climático y tenemos muchos problemas socio-ambientales que sólo se agravan con el calentamiento global. Y que sólo se pueden enfrentar si trabajamos juntos multilateralmente”, detalló.
La autoridad reconoció que el mundo vive una crisis climática y ambiental sin precedentes y lo ejemplificó entregando datos como que la temperatura global está camino a convertirse en la más cálida de la historia, el nivel de CO2 en la atmósfera es el más alto que haya existido jamás y las emisiones de la industria energética siguen creciendo a un ritmo frenético, y la Antártida se está derritiendo tres veces más rápido que hace una década.
“Por eso, es tiempo de actuar. No es un eslogan, es una necesidad, una exigencia que tenemos todos los países, ninguno lo puede solucionar de manera individual. Cada medida que no se toma, cada compromiso que no se asume, es un paso atrás en la lucha contra el cambio climático”, enfatizó la ministra y presidenta de la COP25.