A partir de las 16:00 horas de este viernes comenzará la audiencia de la Comisión Nacional de Arbitraje Deportivo, en la que se definirán los eventuales castigos por el escándalo de la posta 4×400 femenina en Santiago 2023, donde la vicepresidenta de World Athletics, Ximena Restrepo, es una de las principales apuntadas en la acusación. 

En la previa a esta audiencia, Restrepo, después de cinco meses, se refirió por primera vez a la polémica, y negó las acusaciones de discriminación y racismo de Berdine Castillo y Poulette Cardoch, aunque reconoció que “debido a las circunstancias con las que yo me encontré cuando llegué a la pista”, se dejó “llevar por las emociones”. 

Luego de estos dichos, y en una conversación con El Mercurio, el jefe técnico de velocidad de la federación atlética y entrenador de Poulette Cardoch, Juan Pablo Raveau, criticó las palabras de la madre de Martina Weil. 

“No concuerdo con su postura. Esto no es como el fútbol que es un deporte colectivo y en el que el entrenador puede ver quién está mejor o peor. Aquí, según el cronómetro, las cuatro titulares estaban clarísimas. Trató de defender lo indefendible”, comentó. 

Asimismo, aseguró que “ella trató de imponer un cambio de atleta. Y no habló fuerte, sino que gritó. Ella acostumbra a imponerse, quizás la gente le tiene un poco de temor por su manera de hablar, por su personalidad y por su cargo internacional (…) Ella sabe que en la audiencia habrá declaraciones de gente externa que va a contar que gritó, entonces no tiene más alternativas que reconocer lo que ocurrió”.

En este sentido, Raveau manifestó que Restrepo “debió decirlo en un principio, porque cuando salió la primera sanción, que solo le significaba pedir disculpas, no la aceptó, y ahora está dispuesta a hacerlo. No sé, no le creo mucho, quizás está hablando por miedo a una sanción”. 

Por su parte, el jefe técnico del atletismo, Felipe de La Fuente, se mostró, en cierta parte, a favor de que Restrepo haya admitido que traspasó “los límites”. “Me parece bien que haya reconocido que se pasó de los límites”, indicó al citado medio.

“Estaba muy agitada, tenía razón en que las niñas estaban en un estado complicado para competir, pero fue la forma la que no ayudó a solucionar el problema”, sostuvo.