“Las predicciones son difíciles. Elegir los días exactos es difícil”, señaló Pompeo en CNN. “Confío en que el pueblo venezolano garantizará que los días de Maduro están contados”, señaló.
Las declaraciones del jefe de la diplomacia estadounidense se produjeron un día después de que los esfuerzos de la oposición para que ingrese ayuda humanitaria fueran frenados en la frontera por las fuerzas venezolanas, que dispararon gases lacrimógenos y balas de goma.
Maduro, que prometió en un mitín en Caracas que no se doblegará, rompió relaciones con la vecina Colombia por auspiciar el operativo de entrega de ayuda humanitaria. “Estoy más duro que nunca, duro, de pie, gobernando nuestra patria ahora y por muchos años”, remarcó.
Pompeo acusó a los miembros de los grupos armados leales a Maduro, conocidos como colectivos, de la mayor parte de la violencia en los cruces fronterizos.
“Esperamos que las fuerzas armadas recuperen su rol de proteger a sus ciudadanos de estas tragedias. Creo que pasarán cosas buenas”, apuntó.
El comando militar prometió lealtad absoluta a Maduro, pese a que algunos oficiales y soldados desertaron, respondiendo al llamado de la oposición a que cambien de bando.
Pompeo dijo que Estados Unidos, junto a cincuentena de países, reconoce al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino venezolano, sigue comprometido con la entrega de ayuda.
“Tenemos una misión particular, garantizar que el pueblo venezolano logre la democracia que tanto se merece y que los cubanos y los rusos, que han llevado a este país a la ruina durante años y años, no sigan ejerciendo su dominio”, apuntó.