El presidente argentino Alberto Fernández rindió homenaje este martes a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, a las que definió como “mujeres que tuvieron el coraje que la sociedad no tuvo” para enfrentar a la dictadura, al cumplirse el miércoles 45 años del golpe de Estado de 1976.
“Es el reconocimiento de una sociedad que tiene memoria, que recuerda y que sabe que en el medio de la tragedia argentina hubo un grupo de mujeres con el coraje que la sociedad no tuvo, que nos permitió ver lo más cruel, lo más miserable de aquella dictadura” (1976-1983), afirmó el mandatario.
En un acto en el Museo del Bicentenario, Fernández entregó el premio Juana Azurduy a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; a la Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Taty Almeida y a Tita Boitano, de Familiares de Exdetenidos-desaparecidos.
Otras madres y abuelas siguieron el acto de manera remota y recibirán el diploma firmado en conjunto por Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“La sociedad las terminó viendo como un ejemplo, un modelo de conducta, de lucha, de compromiso. Su tarea fue inmensa, en el mundo entero la reconocen”, insistió Fernández al entregar la distinción que lleva el nombre “de una mujer inmensa, increíble, que luchó por la independencia de América Latina”.
Las Madres de Plaza de Mayo nacieron en abril de 1977, en plena dictadura, cuando se unió un grupo de mujeres que se conocieron reclamando al gobierno de facto por el paradero de sus hijos secuestrados en la vía pública o en sus propias casas por grupos policiales o militares.
Tres de las fundadoras de Madres fueron secuestradas en diciembre de 1977, torturadas y luego arrojadas al río de la Plata desde un avión, en uno de los llamados “vuelos de la muerte”.
En octubre del mismo año se formó Abuelas, cuyas hijas o nueras habían sido capturadas estando embarazadas y debían haber dado a luz. Unos 400 nietos fueron apropiados por agentes de la dictadura, de los cuales 130, hoy adultos, fueron encontrados y recuperaron su identidad.
La Cancillería argentina lanzará el miércoles la Campaña Internacional por el Derecho a la Identidad, que busca potenciar la búsqueda de hijos de desaparecidos apropiados durante la dictadura, que pueden estar residiendo en el exterior.
“No perdamos el tiempo”
“Si la llaga la transformamos en lucha y en unidad en defensa de nuestra soberanía, en el cielo, en donde estén, los 30.000 desaparecidos van a estar disfrutando con nosotros estos tiempos (…) tiempos en que esta Patria que soñaron sea una realidad. Estamos en estos tiempos, no perdamos el tiempo”, lanzó Carlotto, de 90 años.
En otro acto, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, junto a la presidenta de Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, desvelaron una placa en homenaje a los desaparecidos en un hospital de la ciudad de La Plata (60 km al sur).
Cada 24 de marzo, millones de argentinos renuevan el repudio al golpe de Estado ocurrido ese día de 1976 y que instauró la dictadura cívico-militar, que dejó 30.000 desaparecidos y asesinados.
Como ya sucedió el año pasado, la pandemia del Covid-19 llevó a los organismos humanitarios a desistir de realizar la siempre multitudinaria manifestación por Memoria, Verdad y Justicia. En su reemplazo convocaron a plantar 30.000 árboles para “plantar memoria”, entre otras actividades y homenajes.
Pero un sector más radicalizado de organismos humanitarios y partidos de izquierda convocó el miércoles a marchar a Plaza de Mayo.