La pandemia del coronavirus que ya alcanza su fase 4 en Chile consume toda la información disponible de países donde el número de casos y muertes aumenta. Crece también en nuestro país la incertidumbre y la errática costumbre de colapsar el sistema de urgencias ante el menor asomo de infección pese a los llamados de la autoridad sanitaria.
Juega en contra no solo la sensación de alarma general, sino la dificultad para distinguir los síntomas de una gripe, un resfrío, un episodio alérgico o asmático y el Covid-19. En principio, cuando se trata de un resfriado, gripe o alergia los signos suelen ser alta congestión nasal, tos y estornudos como producto de las mucosas y flemas. Si se trata de una alergia, la diferencia será la falta de fiebre que sí se presenta en el cuadro viral.
En cuanto al coronavirus, la principal diferencia con estas patologías será la falta de congestión nasal. Si se trata de coronavirus, los registros han demostrado que, aunque los síntomas se parecen a los de la gripe, pueden ser más leves incluso. La fiebre reportada puede ir de moderada a intensa pero sostenida, incluir malestar general y tos seca que puede llevar a dificultades para respirar. Todos estos síntomas son progresivos y por eso suelen confundirse con gripe en sus primeras horas, sin embargo, pueden ir complicándose sin un cuidado adecuado llevando a la neumonía y una insuficiencia renal.
Por otro lado, la duración de los síntomas en el Covid-19 es más larga que en una gripe ya que puede alcanzar hasta 25 días, a diferencia de una influenza común que puede durar dos semanas, aproximadamente.
Otros síntomas que van asociados al coronavirus son el cansancio general (común en la gripe), dolor de cabeza y excepcionalmente dolor corporal como el de la gripe y el resfriado. En casos muy contados, que tienen que ver con sensibilidad gastrointestinal a las propias mucosas, se han detectado diarreas. En niños, puede ser normal este síntoma durante resfríos y gripes, pero como parte del coronavirus es poco común.
“Respecto a los síntomas se describe fiebre alta y sostenida y tos seca inicialmente en el Covid-19. En influenza o gripe, prevalecen el dolor osteomuscular, decaimiento, compromiso del estado general, signos respiratorios altos y fiebre. En las alergias es el flujo nasal acuoso o moco claro, estornudos y lloriqueo de los ojos enrojecidos con lagrimeo”, señala.
Declara que lo más importante en el aspecto de la prevención es siempre estar al tanto de los antecedentes de la persona en cuanto a su historia previa de enfermedades y contactos con otras personas, su actividad y el detalle del inicio de sus síntomas, para identificar mejor una causa.
“Así evitamos hacer un diagnóstico que no debe ser aventurado. Por eso es importante la experticia de un profesional de la salud o bien informarse con fuentes fidedignas para no cometer errores de sobreestimar o infradeterminar ciertas enfermedades”, señala la doctora Alvarado.
En Reino Unido se está trabajando en “exponer a la población joven” al coronavirus para optar a una especie de desarrollo de defensas para el próximo invierno. ¿Qué le parece esta política sanitaria?
-Por de pronto no es algo que se contemple en las políticas de salud pública en nuestro país. Los epidemiólogos y científicos están mirando con detención el comportamiento de este virus Covid-19 en nuestro país teniendo en consideración el período climático que es diferente a otros continentes, nuestra historia y estado epidemiológico como país. Por ejemplo, las coberturas de vacunación en Chile hace décadas, la composición demográfica de Chile, el perfil epidemiológico nacional que no es igual a otros territorios, etcétera. Por eso hay que ser muy cauto antes de aventurar cualquier “experimento” y menos en seres humanos.
Juega en contra no solo la sensación de alarma general, sino la dificultad para distinguir los síntomas de una gripe, un resfrío, un episodio alérgico o asmático y el Covid-19. En principio, cuando se trata de un resfriado, gripe o alergia los signos suelen ser alta congestión nasal, tos y estornudos como producto de las mucosas y flemas. Si se trata de una alergia, la diferencia será la falta de fiebre que sí se presenta en el cuadro viral.
En cuanto al coronavirus, la principal diferencia con estas patologías será la falta de congestión nasal. Si se trata de coronavirus, los registros han demostrado que, aunque los síntomas se parecen a los de la gripe, pueden ser más leves incluso. La fiebre reportada puede ir de moderada a intensa pero sostenida, incluir malestar general y tos seca que puede llevar a dificultades para respirar. Todos estos síntomas son progresivos y por eso suelen confundirse con gripe en sus primeras horas, sin embargo, pueden ir complicándose sin un cuidado adecuado llevando a la neumonía y una insuficiencia renal.
Por otro lado, la duración de los síntomas en el Covid-19 es más larga que en una gripe ya que puede alcanzar hasta 25 días, a diferencia de una influenza común que puede durar dos semanas, aproximadamente.
Otros síntomas que van asociados al coronavirus son el cansancio general (común en la gripe), dolor de cabeza y excepcionalmente dolor corporal como el de la gripe y el resfriado. En casos muy contados, que tienen que ver con sensibilidad gastrointestinal a las propias mucosas, se han detectado diarreas. En niños, puede ser normal este síntoma durante resfríos y gripes, pero como parte del coronavirus es poco común.
HISTORIA PREVIA DE ENFERMEDADES
Para la doctora Nelly Alvarado, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales y Magíster en Salud Pública, hay que aclarar que en cada enfermedad las causas son diferentes. Mientras que los virus que causan la influenza y el actual coronavirus son gérmenes distintos, las alergias obedecen a razones ambientales y no gérmenes.“Respecto a los síntomas se describe fiebre alta y sostenida y tos seca inicialmente en el Covid-19. En influenza o gripe, prevalecen el dolor osteomuscular, decaimiento, compromiso del estado general, signos respiratorios altos y fiebre. En las alergias es el flujo nasal acuoso o moco claro, estornudos y lloriqueo de los ojos enrojecidos con lagrimeo”, señala.
Declara que lo más importante en el aspecto de la prevención es siempre estar al tanto de los antecedentes de la persona en cuanto a su historia previa de enfermedades y contactos con otras personas, su actividad y el detalle del inicio de sus síntomas, para identificar mejor una causa.
“Así evitamos hacer un diagnóstico que no debe ser aventurado. Por eso es importante la experticia de un profesional de la salud o bien informarse con fuentes fidedignas para no cometer errores de sobreestimar o infradeterminar ciertas enfermedades”, señala la doctora Alvarado.
En Reino Unido se está trabajando en “exponer a la población joven” al coronavirus para optar a una especie de desarrollo de defensas para el próximo invierno. ¿Qué le parece esta política sanitaria?
-Por de pronto no es algo que se contemple en las políticas de salud pública en nuestro país. Los epidemiólogos y científicos están mirando con detención el comportamiento de este virus Covid-19 en nuestro país teniendo en consideración el período climático que es diferente a otros continentes, nuestra historia y estado epidemiológico como país. Por ejemplo, las coberturas de vacunación en Chile hace décadas, la composición demográfica de Chile, el perfil epidemiológico nacional que no es igual a otros territorios, etcétera. Por eso hay que ser muy cauto antes de aventurar cualquier “experimento” y menos en seres humanos.