Una madre, identificada como M.J.M., hizo pública una denuncia, en la red social Instagram, que ha estremecido a la comunidad del colegio Saint John’s Villa Academy (SJVA) ubicado en la comuna de La Reina.
La mujer ingresó una denuncia a la Superintendencia de Educación este lunes, según revelaron fuentes a Emol. Hoy el organismo solicitará los antecedentes necesario al establecimiento, lo que es el primer paso en la tramitación de las denuncias.
En un testimonio conmovedor, la exapoderada del plantel, relata cómo su hijo, quien asistía al mismo colegio donde ella estudió por más de 13 años, habría sido víctima de abuso sexual.
“Parto escribiendo esto con un nudo en la garganta, la guata apretada y el corazón a mil por hora. Fui ex alumna de colegio… por más de 13 años, del cual siempre tuve un gran recuerdo”, comienza diciendo.
“Ya con 2 de nuestros hijos en el colegio (ambos en preescolar) el 2023 lamentablemente se hizo realidad uno de los principales temores que toda mamá o papá tiene: Uno de mis hijos manifestó tener indicios de haber sido abusado y hoy todo indica que fue en el (colegio)”, afirmó.
“En abril del 2023 comenzó todo, a solo 1 mes de haber entrado al colegio -prosiguió-uno de mis hijos empezó a manifestar diversos temores, síntomas físicos y emocionales que, como papás, nos alertaron. Con mi marido nunca habíamos estado expuestos a una situación así por lo que todo esto ciertamente era desconocido para nosotros. Por lo mismo, inicialmente nos asesoramos de una psicóloga, quien nos dijo que lo mejor era darle tiempo a esta situación dado que las alertas que nos dio nuestro hijo también podían deberse a su entrada al colegio, al nacimiento de su hermana o a mi regreso al trabajo de manera presencial. En mi esperanza de que mi temor no fuera real, quise creer en que estos cambios eran la causa de todo esto”.
“En los meses siguientes la situación no mejoró, por el contrario, mi hijo empezó a decir que en el gimnasio del colegio habían monstruos, me preguntaba atemorizado si los profesores podían venir a la casa, cuando íbamos en auto me apuntaba recurrentemente a hombres caminando y me decía «mira mamá ahí va mi profesor» y me decía que había ido a la bodega de materiales solo con el profesor. Además de estos relatos y de la sintomatología que él presentaba, la cual era visible y notoria pero que prefiero no explicitar, sus cambios en su conducta habitual comenzaron a intensificarse”, detalló.
“Obviamente, le manifestamos nuestra preocupación a su profesora jefe, quien también nos comentó haber notado los cambios de mi hijo y quien diariamente lidiaba con las «señales físicas» que mi hijo manifestaba”, contó en una publicación.
“Así es como su profesora jefe en una de las tantas reuniones que sostuvimos con ella nos dice, buscando dar respuesta a nuestra inquietud, que ella había notado a mi hijo muy ansioso y nervioso por las clases de educación física, que siempre preguntaba si iba haber clases de educación física y que particularmente su temor era con los profesores ayudantes”, afirmó.
“A pesar de todos estos indicios que, por supuesto los levantamos ante el colegio, ellos nunca tomaron medidas sobre esta situación. En una institución educacional experta en el cuidado de niños, donde confiamos que resguardarán la integridad de mis hijos, Nunca alguna profesora o psicóloga pudo si quiere pensar…¿no le estará pasando algo más al niño?...incluso hasta desconfiar de nosotros, porque ellos tienen el deber de levantar temas que dañan la integridad del menor”, afirmó.
“Pues bien, teniendo el colegio conocimiento de todos los indicios, se lavaron las manos, le restaron el peso a la situación y solo se limitaron a aconsejarnos llevar a mi hijo a terapia ocupacional para tratar sus cambios de conducta y ellos sin sin siquiera preocuparse”, agregó.
“Tuvo que ser la terapeuta, buscada y pagada por nosotros, quien nos alertó y nos hizo abrir los ojos y quien nos dijo: «Ojo que todos los indicios que manifiesta tu hijo dicen relación con casos de abuso sexual». Esta alerta se la comunicamos a su profesora jefe, preguntándole si existía algún protocolo en el colegio para activar y no recibimos respuesta a esta pregunta”, afirmó.
“Por nuestra parte, activamos 2 psicólogas peritas en abuso sexual. Luego de meses de evaluaciones y tratamientos, de exponer a mi hijo a 3 sesiones semanales, que hasta la fecha continúan, nos confirman que mi hijo sufrió un abuso en educación física”, contó la madre.
“Él, pese a su corta edad, ya es capaz de reconocer de un set de fotos que nos conseguimos de varios de sus profesores, al profesor “malo que tiene que ir a la cárcel” y respecto de quién, al ver su foto, manifiesta una inmediata ansiedad. Mi hijo tenía solo 3 años…entenderán que verbalizar algo de estas características con el detalle que uno quisiera es muy difícil para él”, afirmó
“Ya para aquel entonces había avanzado el 2023, y solicitamos reunión con la coordinadora de preescolar, a quien le expusimos que nuestras sospechas apuntaban a algún profesor de educación física”, apuntó.
Y agregó que “fue a ella a quien, a raíz de lo expuesto, se le ocurrió abrir un proceso de indagación. Lo irrisorio de todo esto, es que el mismo día de la apertura de este proceso de indagación, nos citan para el cierre…con solo 5 dias hábiles de por medio. ¿Cómo era posible que un presunto abuso sexual a un niño de 3 años podría ser indagado en 5 dias?, ¿Cómo era posible que, antes de partir la indagación, el mismo colegio le pusiera fecha de cierre?”.
“Para que contarles las barbaridades que nos dijeron en este «cierre», en donde nos topamos con un encargado de convivencia que no hizo más que restarle importancia al tema”, señaló.
“Sin perjuicio de ello, reconoció que todos los entrevistados coincidían en que mi hijo manifestaba un temor a las clases de educación física, en particular a los profesores practicantes, pero que no sabía que le había pasado y que todo esto podía deberse a un tema de apego!!!! Acto seguido señaló que era imposible que mi hijo hubiera sufrido un abuso ya que los niños siempre están acompañados!”, indicó.
“Demás está decir que pese a no saber que le había pasado a mi hijo y que su temor provenía de los practicantes, aún no los entrevistaba y que quedarían pendientes dichas entrevistas pese a que estaban cerrando el proceso indagatorio”.
“Durante las vacaciones, comenzamos a ver cambios positivos en el comportamiento de mi hijo, nueva prueba de que sus cambios de conductas estaban relacionados con el colegio: Me decía en reiteradas ocasiones que estaba en felicidad extrema porque se había acabado el colegio y ahora si podría estar tranquilo, me decía que lo mejor del dia era no tener educación física y desde que le dijimos que no seguiría en el…, su principal síntoma se hizo menos recurrente”, contó.
“Nuestra pena, agotamiento y decepción se fue apagando y vino la rabia. En esto, una noche (llevamos más de 3 meses estudiando, revisando antecedentes, hablando con mi marido, llorando y pensando que haremos), encuentro el protocolo del Ministerio de Educación donde señala que, ante la mera sospecha de abuso sexual en un colegio, no se puede investigar por ellos mismos, sino que tienen que activar al Ministerio Público”, indicó la madre.
“Busco en la página del (colegio) y encuentro el tan alardeado protocolo RIE del colegio… donde señala lo mismo, cosa que nunca hicieron. No siguieron el protocolo de levantamiento de antecedentes, no pidieron al fiscal investigar, simplemente intentaron acallar este caso, sin importarles si había ocurrido o no. (Obviamente no querían verse expuesto a nada que pusiera en juego la supuesta reputación del colegio)”, afirmaron.
“Tras un mail que en febrero mandó mi marido a la directora del colegio, C.A. quien nunca nos escribió ni llamó por este caso, nos citó a reunión después de casi tres semanas sin respuesta. En esta instancia pudimos ver óomo sabia la mitad de los antecedentes y no supo explicarnos por qué no había seguido el protocolo del colegio”, detalló.
“Lo trágico para la comunidad y no para nosotros, porque ya no estamos en ese colegio, es que no nos han preguntado nada sobre lo que ha salido en terapia con mi hijo, si se ha confirmado algo o si sabemos quién es la persona involucrada (que sí lo sabemos). Esto me hace entender que no están preocupados de lo que ocurre en su colegio, de aprender de esto y tomar decisiones, de revisar mejoras para que esto no vuelva a ocurrir, entre otras indolencias de un colegio que tiene al cuidado muchísimos niños”, informó la mujer
“Por lo mismo, decidimos salirnos de este colegio y entenderán que no ha sido fácil encontrar otro colegio que nos reciba con la contención que mi hijo requiere, además de volver a pagar una cuota de incorporación que no teníamos prevista pagar (por mis 2 hijos), y haber perdido la que pagamos en el (colegio) solo porque el colegio no supo proteger a mi hijo. Pedimos al colegio la devolución de la cuota de incorporación y las mensualidades pagadas por mi hijo, ya que necesitamos contar con ese dinero para cubrir la deuda que nos ha generado toda esta situación (entenderán que, con 3 sesiones de terapias por semana, durante meses, hace rato la Isapre dejó de cubrir esos gastos) y para poder empezar de nuevo y poder cubrir en parte la cuota de incorporación que debemos pagar en otro colegio por dos mis hijos. Obviamente, el colegio indolentemente no accedió a esa petición”, contó.
“Conclusión: llevamos a nuestro hijo sano al (colegio), el mismo que en el jardín se ganó el premio al más alegre, y nos devolvieron a un niño apagado, con temores, con manifestaciones de rabia, emocionalmente inestable y con un sin fin de sintomatologías que aún dan cuenta de su vivencia traumática en este colegio, el que esperamos algún día logre superar”, afirmó.
“Hago esto público porque hay más de 500 niños y niñas que siguen acudiendo diariamente a mi ex colegio… y no me perdonaría que otros niños y familias tengan que pasar por esto”, y para cerrar dijo:
“Hoy fue mi hijo, pero mañana podría ser el tuyo”, indicando su nombre, pero a quién nos referiremos con sus iniciales M.J.M.
COMUNICADO DEL ESTABLECIMIENTO
Desde el establecimiento educacional se refirieron al caso mediante un comunicado, el que fue firmado por el Consejo Superior y Consejo Directivo SJVA.
“Nos dirigimos a ustedes para esclarecer una lamentable declaración que está circulando por los chats del Colegio y redes sociales, donde se señala una supuesta vulneración de derechos por parte de un profesor practicante de educación física, quien realizó su práctica en nuestro Colegio durante el primer semestre de 2023, según el proceso de práctica documentado y acordado con la Pontificia Universidad Católica. Por lo anterior, dicha persona no forma parte del cuerpo docente de nuestro establecimiento”.
“Hacemos presente que, en conformidad a los protocolos que regulan el desarrollo de las clases, los niños y niñas siempre están al cuidado de algún profesor titular (Profesora jefe, Coeducadora, Profesor de asignatura correspondiente o Tutora), de tal manera que el docente externo nunca está solo con ellos”, escribieron.
Agregaron que “nuestro Colegio ha velado por el cuidado y protección de todos sus estudiantes, estando siempre a disposición de sus padres, tal como se ha realizado con la familia involucrada, desde el ingreso del estudiante a nuestra comunidad educativa, generando constante comunicación y abierto al diálogo, registrando y documentando todo el proceso que se llevó a cabo de manera compartida con ellos”.
Finalmente “hacemos presente a toda la Comunidad Escolar que nuestro foco siempre ha sido y será la seguridad integral de los niños, niñas y jóvenes de nuestro Colegio. De acuerdo a esta situación, el Colegio continuará con las instancias jurídicas y educativas externas correspondientes para resguardar el interés superior del niño y el de nuestra Comunidad Saint John’s Villa Academy”.