La cantante Taylor Swift se ha vuelto un verdadero fenómeno musical durante los últimos años, alcanzando un gran número de seguidores/as en todo el mundo. Tanto ha sido el impacto de la artista que ha logrado incidir incluso en las economías de los países que pisa.
“Swiftonomics” es el nombre del particular fenómeno, el cual provoca que un gran número de turistas llegue al territorio donde la intérprete desarrolla sus presentaciones, llegando incluso a copar las reservaciones de los hoteles.
Nombrada la segunda mujer más rica de la industria musical estadounidense por Forbes, sus visitas a los diferentes países generan lucrativas ganancias debido los shows de la artista: cada espectáculo de su “The Eras Tour” logró recaudar cerca de US$13 millones, según informó Bloomberg. Tras 22 conciertos, Swift recibió más de US$300 millones, según recogió Emol.
Pero no todo ha sido ganancia para la artista, puesto que gigantes de la industria como Ticketmaster y Seat Geek obtuvieron grandes sumas debido a la fiebre de las “swifties”. A nivel mundial, la exitosa gira ha recaudado más de US$1.000 millones en ventas brutas de entradas. El primer indicador sobre la influencia de Swift lo entregó el pasado junio la Reserva Federal de Filadelfia, cuando informó que su gira impulsó los viajes y el turismo en la región, señaló el citado medio.
A su vez, la intérprete ha generado un alza en el valor de los vuelos y el alojamiento. La gobernadora del Banco de la Reserva de Australia, Michiele Bullock, se refirió a la “inflación de Taylor Swift” e indicó: “La gente está decidiendo qué es realmente importante para ellos (…) Y claramente para mucha gente Taylor Swift es muy importante”.
TENSIONES DIPLOMÁTICAS
El furor e impacto de Taylor Swift ha llegado a generar incluso tensiones diplomáticas. La cantante se tomó la palestra luego de que un líder de Singapur defendiera un acuerdo para que la intérprete se presente en la ciudad con exclusividad para el Sudeste Asiático, lo que generó el rechazo de los territorios vecinos, quienes apuntaron que la medida priva el auge turístico que acaparan los conciertos.
Asimismo, el mes pasado, el primer ministro de Tailandia, Srettha Thavisin, indicó que había pagado a la artista tres millones de dólares por espectáculo, con el obejtivo de garantizar que esas serían sus únicas escalas en la región, indico el medio citado.
En febrero, el ministro de Economía de Indonesia, Sandiaga Uno, pidió disculpas a través de su cuenta de Instagram a los fanáticos de la cantante: “Eventos internacionales de música, como los conciertos de Taylor Swift, tienen un gran impacto en la economía de un país. Pero lo siento swifties, Taylor Swift aún no ha pasado por Indonesia. Comprada por Singapur. Sin embargo, esto es una lección para nosotros“.