Twitter etiquetará y reducirá el alcance de las cuentas de medios controlados financiera y editorialmente por Estados, en un nuevo esfuerzo por frenar las campañas de influencia política manejadas desde el extranjero, dijo el jueves la compañía.
“A diferencia de los medios independientes, los medios vinculados a un Estado con frecuencia utilizan su cobertura de la actualidad con fines políticos”, explicó Twitter, que está intensificando las medidas para cuidar su reputación y la autenticidad de lo que se comparte en su plataforma, especialmente al acercarse las elecciones en Estados Unidos.
“Creemos que las personas tienen derecho a saber cuándo una cuenta de medios está afiliada directa o indirectamente a un actor estatal”, agregó la red social, que incluirá en esta nueva regla a editores y periodistas destacados de estos medios.
Las cuentas así etiquetadas ya no serán destacadas por los algoritmos en las ventanas de recomendación del usuario.
Los medios financiados por instituciones estatales pero que gozan de “independencia editorial”, como la británica BBC o la estadounidense NPR (National Public Radio), no se verán afectados.
Facebook implementó medidas similares a principios de junio, etiquetando las cuentas de medios controladas por Estados para identificarlas como tales y prohibiéndoles publicar anuncios.
Después de las operaciones de manipulación durante las elecciones de 2016 en Estados Unidos, orquestadas principalmente desde Rusia, las redes sociales reaccionaron con un arsenal de medidas puestas en marcha gradualmente desde 2018 para combatir las cuentas falsas y la desinformación, en particular la que proviene de entidades extranjeras.
El otoño boreal pasado, Twitter prohibió totalmente la publicidad política.
La red ahora también etiquetará las cuentas oficiales de los gobiernos y sus altos funcionarios, comenzando con las de los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos), pero sin restringir su alcance.
Las cuentas personales de los jefes de Estado y de gobierno no están incluidas, ya que el público las identifica claramente como cuentas de personalidades con una agenda política conocida.