Alrededor de las 07:30 horas aterrizó el avión que trajo a Chile al arzobispo de Malta, Charles Scicluna y monseñor Jordi Bertomeu, quienes esta vez enfocarán su trabajo en el caso del ahora ex obispo de Osorno, Juan Barros.
Una vez en el automóvil Bertomeu dijo escuetamente que el Papa Francisco decidirá si acepta otras renuncias de los obispos chilenos, después de las comunicadas el lunes en los casos de Barros, Cristián Caro (Puerto Montt), y Gonzalo Duarte (Valparaíso).
Desde el automóvil que fue a buscarlos al terminal aéreo, el prelado declaró que “hemos venido a pedir perdón” en nombre del Pontífice y respecto de otras remociones que éste pueda hacer, respondió que “eso tenemos que dejarlo en sus manos, pero tenemos que estar muy expectantes de que las cosas irán muy bien”.
Ambos tienen anunciado un punto de prensa para las 16:00 horas en la Nunciatura Apostólica, donde explicarán los objetivos de esta segunda visita al país que se extenderá por ocho días, tanto en Santiago como en la ciudad de la Región de Los Lagos.
En un comunicado oficial, se indicó que los emisarios de la Santa Sede realizarán su visita en colaboración con la Nunciatura Apostólica entre este martes 12 y el martes 19 de junio.
Así, esta jornada y el miércoles y luego el lunes 18 y martes 19 de junio permanecerán en la capital, mientras que la misión pastoral a la diócesis de Osorno se efectuará entre los días jueves 14 y domingo 17 de junio.
La nueva visita de Scicluna y Bertomeu fue anunciada el 31 de mayo pasado por el director de la oficina de prensa del Vaticano, Greg Burke.
Ambos estuvieron en Santiago en febrero pasado, ocasión en que escucharon a las víctimas de los abusos sexuales cometidos al interior de la iglesia católica nacional, donde destacan aquellas del sacerdote Fernando Karadima y los ex alumnos de colegios de los Hermanos Maristas.
Al término de su estada, Scicluna entregó aquella vez un duro informe sobre estos hechos y su ocultamiento, lo que derivó en un pedido de perdón del Pontífice y un fuerte llamado de atención a los obispos chilenos que, de alguna manera, exhortó a que éstos pusieran sus cargos a disposición de Francisco para que éste comience con los cambios como ya lo está haciendo notar.