Un nuevo registro audiovisual volvió a centrar la atención en la desaparición de María Ercira Contreras, ocurrida en mayo de 2024 durante una celebración del Día de la Madre en Limache, región de Valparaíso.
El video exhibe una secuencia tomada tras el aviso a la policía, la cual revelaría una posible contradicción en el testimonio entregado por uno de los dueños del fundo Las Tórtolas, lugar donde la mujer de 85 años fue vista por última vez.
La llegada que no coincide con su declaración
En el registro difundido por TVN aparece el hermano de la dueña del predio llegando al sector una vez que Carabineros ya se había retirado.
Sin embargo, en su declaración oficial aseguró que estuvo allí desde el primer momento en que se reportó la desaparición, lo que generó inquietud en el equipo asesor de la familia.
“Por las declaraciones que tenemos la hermana es la que da la noticia de la desaparición, pero esa noticia se le da dos horas antes de lo que estamos viendo acá, o sea, que él no la buscó inmediatamente, como dice en su declaración”, explicó al mismo canal antes señalado la perito de la familia, Sabrina Gambazza, quien añadió: “Él empieza a buscar una vez que se va Carabineros. Esto es algo exclusivo que no está en la carpeta investigativa. No sabemos por qué”.
Tras conocerse este nuevo antecedente, la familia volvió a manifestar su preocupación por cómo se ha llevado adelante la investigación. Carla Hernández, nieta de María Ercira, criticó la labor institucional.
“La verdad, a mí me parece una vergüenza. Yo desde el minuto uno que estoy diciendo de por qué el fiscal no fue al sitio de suceso”, señaló. También sugirió posibles intentos de ocultar información: “O sea, a mí me da toda la sensación de que están protegiendo a las dueñas de ese restaurante, quizás tienen poder, tienen plata”.
Desde que la asesora privada, Sabrina Gambazza, comenzó a revisar el caso de manera más exhaustiva, ya se han detectado tres testimonios con inconsistencias significativas. Uno de ellos corresponde a Jacinto Ayala, cuidador del fundo desde hace más de dos décadas. Aunque aseguró que permaneció en la portería tras enterarse de la desaparición, un video lo muestra subiendo a una camioneta roja.
La investigación también analizó el tráfico telefónico de Ayala, ubicando su dispositivo dentro del predio durante toda la jornada, además de registrar llamadas posteriores con otros trabajadores del lugar.
Otro testimonio bajo revisión
A las inconsistencias previas se suma la declaración de Fernando Vivanco, trabajador del mismo predio. Aseguró que ese día estaba de vacaciones, que salió a la iglesia a las 10:15 y regresó cerca de las 16:00 horas, afirmando también que recién se enteró de la desaparición tres días después al ver las noticias.
Carla Hernández desmintió esa versión en Página 7: “Él se fue a las 10 AM a la iglesia. Eso está ok, pero vuelve a las dos de la tarde, no a las cuatro. Es imposible que no se haya enterado de la desaparición, porque tiene tráfico de llamadas con Andreas, con Jacinto y otros trabajadores del fundo que estaban en el lugar”.
La nieta agregó que Vivanco “tiene cuatro teléfonos y uno de ellos lo intercambia con Jacinto, que le pone su chip a ese teléfono”. También afirmó que otro trabajador, Andreas Kleinert, “cuando se refiere a este trabajador, también cuenta que llegó a las cuatro; se ponen de acuerdo en la horas”.