China apunta a un crecimiento del 6% este año mientras su economía continúa recuperándose del impacto de la pandemia en 2020, anunció este viernes su primer ministro ante el Parlamento, que debe aumentar la presión sobre Hong Kong.
Primer país afectado por el coronavirus que paralizó su economía, China renunció en 2020 a fijar un objetivo anual de crecimiento, una decisión rarísima en la historia del gigante asiático.
Este año, “China seguirá enfrentado muchos riesgos y desafíos en materia de desarrollo”, advirtió el primer ministro Li Keqiang en la apertura de la sesión plenaria anual del Parlamento.
“Pero los fundamentos económicos que respaldarán el crecimiento a largo plazo permanecen sin cambios”, aseguró ante unos 3.000 diputados.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera un crecimiento de 8,1% para la segunda economía mundial, una cifra matemáticamente inflada tras un 2020 sombrío.
En plena recuperación, un objetivo de crecimiento de Chinapor debajo del 8% puede decepcionar a los inversores y “generar volatilidad” en los mercados, advirtió el analista Ken Cheung, del banco Mizuho.
Pero una meta demasiado “ambiciosa” habría tenido “efectos nefastos”, con funcionarios chinos tentados a realizar “inversiones excesivas”, sinónimo de endeudamiento, para “inflar el PIB”, subrayó.
“PERMANECER COMPETITIVO”
Tras las medidas de confinamiento sin precedentes, China tuvo en el primer trimestre de 2020 una contracción histórica (-6,8%). La mejora progresiva de la situación sanitaria en primavera permitió un repunte del Producto Interno Bruto (PIB).
En contraste con la mayoría de los otros países que cayeron en recesión, China finalmente registró un crecimiento de +2,3% el año pasado, aunque fue su cifra más baja desde 1976.
El gobierno chino aspira a que el país se convierta en “una economía de altos ingresos” de aquí a 2025 desarrollando más la industria con mayor valor agregado, como las nuevas tecnologías, subrayó a la AFP el analista Rajiv Biswas, del centro IHS Markit.
Esta estrategia debe permitir al país “seguir siendo competitivo pese al aumento de los costos salariales en el sector manufacturero”, agregó.
El gobierno chino espera crear este año unos 11 millones de empleos y aspira a una tasa de desempleo del 5,5%, tras el 5,6% del año pasado. Pero estas cifras presentan un cuadro incompleto de la coyuntura económica pues el desempleo se calcula en las zonas urbanas, sin tomar en cuenta a los casi 300 millones de trabajadores migrantes de origen rural, debilitados por la crisis.
HONG KONG EN AGENDA Y PRESUPUESTO MILITAR EN ALZA
Hong Kong está en el orden del día de la sesión del Parlamento. China anunció un proyecto de reforma del sistema electoral en la antigua colonia británica, que se traducirá en la marginación de la oposición prodemocracia.
La Asamblea Nacional Popular (ANP) impuso ya el año pasado en su territorio autónomo una ley sobre la seguridad nacional que ha cercenado las libertades políticas, en reacción a las manifestaciones de 2019 contra el ejecutivo local proPekín.
En un contexto de tensiones con Estados Unidos por Hong Kong, Taiwán -que Pekín considera una provincia rebelde- y el mar de China meridional, China anunció este viernes, por otra parte, un presupuesto militar en ligera alza del 6,8% para 2021 -en 2020 fue de +6,6%-.
Según un informe del ministerio de Hacienda publicado al margen de la sesión parlamentaria, China prevé gastar 209.000 millones de dólares (175.000 millones de euros) en su defensa, lo que es tres o cuatro veces menor que el gasto de Washington.
El gobierno chino justifica estos aumentos en su necesidad de ponerse al día con Occidente, mejorar el pago de los militares y sobre todo defender mejor sus fronteras con armamentos más caros.