Claudio Suárez Cruzat, autor de “Fugitivo en la ruta Selk´nam”, formado por nueve relatos, busca mostrar las diferentes caras de la masculinidad en el siglo XXI. A través de estas historias releva el cambio del rol del hombre tradicional, que ha sido reemplazado por una variedad de versiones de la masculinidad, que abarcan todo el espectro posible.

El autor es médico de profesión, y hace dos años decidió dejar la medicina y dedicarse por completo a escribir. Su primer libro “En el óvalo de luz” (Simplemente Editores) acaba de ser publicado en México por Ediciones Alejandría. La obra se presentó en la FIL de Guadalajara en noviembre el año pasado y en México DF en diciembre.

Este es tu segundo libro, y a diferencia del anterior, “En el óvalo de luz”, todos los cuentos tienen una temática común, hombres en relación a lo masculino. En estos tiempos en que a nivel mundial se ven movimientos feministas y LGTBIQ+, ¿cuál es la situación de los hombres en Chile, qué les está sucediendo socialmente e internamente? ¿Por qué te interesó abordar este tema?

-Creo que, en Chile, como en muchos lugares, los hombres han debido adaptarse a los cambios que la sociedad, empujada por el feminismo, la comunidad LGTBIQ+ y el cambio de paradigma cultural occidental, les ha impuesto. Algunos han reaccionado bien y se han adaptado con facilidad al nuevo paradigma, pero otros, más porfiados o más asustados, menos dúctiles y proclives al cambio, lo han pasado mal, originando una serie de masculinidades poco sanas o francamente patológicas, como el macho tóxico, el macho frágil, el machirulo y otros. Me interesa poner el tema en la conversación de la sociedad de hoy, que escucha atentamente a las feministas y disidencias, pero los hombres no se sienten oídos de manera equitativa. Vale decir, aquí que el primer enemigo de las masculinidades modernas es el patriarcado y su brazo armado, el machismo.

Tu primer libro fue publicado por la editorial mexicana Alejandría. México es conocido por ser un país machista, ¿cómo viste a los hombres y a las mujeres?

-Me parece que la sociedad mexicana es muy diversa y variada, y que la caricatura del machote bigotón mexicano está en vías de extinción. No ha desaparecido el machismo, pero la presión que ejerce el cambio cultural a diario, lo hará desaparecer en el futuro. La importancia del rol femenino en todos los ámbitos de la cultura y comunicaciones es creciente e irreversible.

Has sido médico por casi 40 años, ¿crees que esa experiencia te permitió generar una mejor capacidad de observación o de empatía hacia el ser humano? ¿Hay algo de inspiración en tus vivencias de médico?

-Estoy seguro de que haber sido un médico dedicado a tratar patologías graves condicionó o entrenó mi capacidad de observación y empatía. Gracias a eso pude conocer lo que hay detrás del tupido velo de la superficie de los seres humanos, lo que ocultamos detrás de la máscara que nos ponemos frente a los demás cada día. Muchos episodios vistos, oídos, vividos en mi vida profesional inspiran o gatillan una parte importante de mis relatos. Eso quiere decir que son el punto de partida en la construcción de una historia.

¿Pensaste alguna vez en que te dedicarías a la literatura? ¿Tenías una idea preconcebida sobre el oficio de escritor?

-Mi deseo de escribir fue juvenil y luego permaneció enquistado por años, hasta que relacionarme con una librería y con el fomento de la lectura lo activó nuevamente hace unos siete años. Tenía una idea preconcebida relacionada con el talento y la inspiración, pero el ejercicio de creación literaria me ha demostrado que, para escribir, como para operar, calcular edificios y puentes o crear obras de arte, se requiere una pizca de talento, una gota de inspiración y toneladas de trabajo.

¿Cómo fue la creación de cada cuento del “Fugitivo en la ruta Selk´nam”? ¿Pensaste primero en los temas que querías desarrollar para abordar las distintas maneras de vivir el ser hombre?

-Escribí tres cuentos protagonizados por hombres y me di cuenta de que podía construir un texto conectado por el tema de las masculinidades. Desde entonces escribí otros seis textos que mostraban diferentes masculinidades. Luego las trabajé para que mostraran los tipos de masculinidad que me interesaba poner en la conversación, y ese es el trabajo que presento en este libro.

¿Cuál de estos cuentos fue el que más te costó escribir y por qué?

-Creo que “Artista Pintor” por el ejercicio técnico de construir la trama de un relato y entregárselo al lector mostrándolo, no contándolo. Por eso me obligué a la restricción máxima de resumen y escena, reemplazando la entrega de información por medio de recortes de diario y conversaciones por WhatsApp.

¿Cómo han sido los comentarios que has recibido por este libro?

-Afortunadamente, los comentarios han sido buenos, aunque no todos están de acuerdo en cuál es “el mejor cuento del volumen”, ni sobre si el nivel demostrado por mi escritura subió entre el libro previo y este.