Este domingo se llevó a cabo el funeral de Ilse Amory Ojeda, la sargento (r) de Carabineros que fue asesinada en Colombia tras viajar para establecerse en dicho país junto a su pareja, Juan Guillermo Valderrama.
Sus restos fueron trasladados desde la capilla Nuestra Señora del Carmen del Hospital de Carabineros, recinto en el que se realizó el velatorio durante la jornada del sábado, hasta el Cementerio Metropolitano, en Lo Espejo.
La ceremonia contó con honores militares en homenaje a sus años de trayectoria al interior de la institución.
Sus restos fueron repatriados el pasado viernes a Chile, luego de que la policía colombiana los encontrara calcinados en el municipio colombiano de Rionegro, crimen por el cual el único acusado es su pareja, quien permanece detenido en una cárcel de máxima seguridad.
Algunos antecedentes que han trascendido de la indagatoria es que la malograda funcionaria en retiro, habría estado cuatro días secuestrada, para luego ser ultimada y quemada.
Su familia y amigos claman por justicia y sostienen que hay evidencia suficiente para inculpar al sujeto, a quien describen como alguien vividor que se aprovechó de la mujer que era 23 años mayor que él, para quedarse con el dinero de su jubilación que ella pretendía invertir en un negocio de comida y un seguro de vida.
Al finalizar las exequias, la madre de la víctima, María, expresó que “ese ser demoníaco (Valderrama) tiene que pagar, porque mi hija le entregó, como un decir, casi hasta su alma. Ella fue la mano que le dio de comer, lo acogió y él le dio brutal muerte. En nombre de Dios pido a todos los seres de este mundo que recen por mi hija”.
En la ceremonia la hermana de Ilse, Alejandra Ojeda, señaló que no descansará hasta obtener justicia “Gracias a la empatía que tuvimos, sensibilizamos corazones y todo el pueblo colombiano es gente buena, este hombre era la única persona que ensuciaba y enlodaba esa comunidad”.
Agregó que “me voy a tomar la vida para que este hombre pague y va a pagar con creces. Ya está sufriendo y lo está pasando mal, va a sentir más miedo del que tuvo mi hermana”.
Sus restos fueron trasladados desde la capilla Nuestra Señora del Carmen del Hospital de Carabineros, recinto en el que se realizó el velatorio durante la jornada del sábado, hasta el Cementerio Metropolitano, en Lo Espejo.
La ceremonia contó con honores militares en homenaje a sus años de trayectoria al interior de la institución.
Sus restos fueron repatriados el pasado viernes a Chile, luego de que la policía colombiana los encontrara calcinados en el municipio colombiano de Rionegro, crimen por el cual el único acusado es su pareja, quien permanece detenido en una cárcel de máxima seguridad.
Algunos antecedentes que han trascendido de la indagatoria es que la malograda funcionaria en retiro, habría estado cuatro días secuestrada, para luego ser ultimada y quemada.
Su familia y amigos claman por justicia y sostienen que hay evidencia suficiente para inculpar al sujeto, a quien describen como alguien vividor que se aprovechó de la mujer que era 23 años mayor que él, para quedarse con el dinero de su jubilación que ella pretendía invertir en un negocio de comida y un seguro de vida.
Al finalizar las exequias, la madre de la víctima, María, expresó que “ese ser demoníaco (Valderrama) tiene que pagar, porque mi hija le entregó, como un decir, casi hasta su alma. Ella fue la mano que le dio de comer, lo acogió y él le dio brutal muerte. En nombre de Dios pido a todos los seres de este mundo que recen por mi hija”.
En la ceremonia la hermana de Ilse, Alejandra Ojeda, señaló que no descansará hasta obtener justicia “Gracias a la empatía que tuvimos, sensibilizamos corazones y todo el pueblo colombiano es gente buena, este hombre era la única persona que ensuciaba y enlodaba esa comunidad”.
Agregó que “me voy a tomar la vida para que este hombre pague y va a pagar con creces. Ya está sufriendo y lo está pasando mal, va a sentir más miedo del que tuvo mi hermana”.