Este viernes se celebra el Día Internacional del Libro, oportunidad en que es necesario reforzar la importancia de crear el hábito lector en los niños y niñas.

Leerles cuentos, por ejemplo, no solo permite abrir la imaginación y reforzar el vocabulario, sino también aumentar el desarrollo cognitivo, beneficios más que suficientes para potenciar este hábito en la primera infancia, señalan los expertos.

Para Fundación Integra es fundamental que los adultos lean a los menores  para promoverles un acercamiento a los libros y un cariño por la lectura, considerando que además es una experiencia intransmisible y un capital para su futuro.

En el contexto del Mes del Libro, el organismo ha considerado realizar la presentación de cuentos en formato de video, a través del teatro de papel “Kamishibai”, en sus redes sociales y que inició el ciclo con la historia “Sueño Azul”, del escritor Elicura Chihuailaf.

Según Alicia Berríos, coordinadora de la Unidad de Desarrollo de Políticas y Proyectos de la Dirección de Educación de la entidad, “la lectura es un proceso donde se genera una poderosa relación entre el texto y el lector. Es una habilidad que se potencia en los niños y que los acompañará durante toda la vida”.

 “La lectura compartida entre niños y adultos (familias o equipos educativos) ha sido identificada como la estrategia más efectiva para promover el desarrollo del lenguaje oral y escrito”, remarca.

Como una forma de promover el interés por la lectura, entrega algunas claves para incentivar el hábito lector:

–Crear un espacio con libros que esté al alcance de los niños y niñas.

–Buscar un momento tranquilo y sin interrupciones para la lectura.

–Leer el texto elegido antes de presentarlo a los menores, de este modo ya conocerá el contenido.

–Si hay ilustraciones, obsérvelas con detención para identificar sus características, lo que quieren transmitir y cómo se relacionan con el contenido.

–Identificar las características de los personajes.

–Mostrar el libro o texto y lea con naturalidad, sin exageraciones.

–Si son niños o niñas muy pequeños, guíelos para que observen las ilustraciones e invítelos/as a tocar el libro para percibir su textura.

–Una vez que termine la lectura, realice preguntas que los invite a reflexionar sobre el texto.

– Finalmente, invítelos a leer todos los días y dé el ejemplo. Ellos aprenden de los adultos.