Este martes 24, a partir de las 18 horas, se realizará la ceremonia que va a elegir a la o el profesor ganador del Global Teacher Prize Chile 2020. De entre 10 mil postulantes, uno de los cinco finalistas será destacado a nivel nacional por sus métodos innovadores, su influencia en la vida de sus estudiantes y su adaptabilidad al trabajo en el contexto actual de pandemia y crisis social.

Bajo este marco, el director Ejecutivo de Elige Educar, Joaquín Walker, detalla a La Nación lo que considera las cinco claves que van a ser cruciales para el rol educativo en 2021. Luego de un año complejo y lleno de desafíos para el trabajo de los miles de docentes y sus comunidades educativas en el país, elementos como las tecnologías de la información, las oportunidades que abren los nuevos formatos de enseñanza y la cercanía y colaboración con alumnos y apoderados asoman –afirma- como herramientas cruciales para esta importante labor.

CONECTIVIDAD

La penetración de internet en los hogares y la disponibilidad de computadores era, incluso antes de la pandemia, un enorme desafío para las familias, especialmente aquellas de menor nivel socio-económico. Es por esto que “la integración de distintas estrategias de aprendizajes para llevar el aula a los hogares es la clave”, añade Walker, realizando actividades virtuales y paralelamente, entrega de guía y recursos pedagógicos a través de correos electrónicos, WhatsApp o de manera presencial.

Sostiene que “es central seguir dándoles a los docentes el espacio para que tomen estas decisiones con planificaciones flexibles que apunten hacia un piso mínimo de conocimiento y habilidades para sus estudiantes”.

VÍNCULO PROFESOR-ESTUDIANTE

A través de una pantalla virtual, el estudiante ha debido asumir una parte de la responsabilidad de su propio aprendizaje. En este sentido, el director Ejecutivo de Elige Educar explica que debe “buscar información para complementar las enseñanzas de su profesor en libros, revistas, diarios o internet, por lo tanto se ha convertido en el promotor de su educación y el docente en el facilitador o mediador de esa búsqueda”.

Remarca que esta es una transformación que se debe apoyar con formación continua y liderazgo directivo a los docentes, e instalar un cambio de paradigma que, en el futuro, sea la base de proyectos de innovación educativa que transforme significativamente nuestra educación.

APOYO SOCIO-EMOCIONAL

Durante la pandemia, los docentes se han preocupado del bienestar de los estudiantes: contener su angustia, su rabia, su impotencia o su soledad. No es de extrañar entonces que el 73% de ellos señaló en una encuesta elaborada por Elige Educar que, al retornar las clases presenciales, deberán ser un pilar emocional para sus estudiantes.

Es por ello que, según Walker, urge seguir trabajando con el currículum priorizado y no sobre demandar a las escuelas. “Debemos generar los apoyos a los docentes en esta tarea, entregándoles las herramientas para responder a esta demanda sin perjudicar su propio bienestar”, dice, y agrega que “cuidar a los que cuidan debe ser una premisa que acompañe el retorno a clases este 2021”, apunta.

TRABAJO CON LAS FAMILIAS

“La educación en el hogar hoy es más importante que nunca como complemento al trabajo de educadores y docentes”, dice. Por ello – afirma- que “debemos seguir estableciendo alianzas con las familias para asegurar la continuidad de los aprendizajes en el retorno a las escuelas”, ya que la dualidad de la enseñanza presencial y virtual seguirá presente durante una parte del año.

REPENSAR LA EDUCACIÓN

Como quinto elemento, el director Ejecutivo de Elige Educar se refiere a la nueva forma de pensar el sistema educativo. “Sabemos que la educación es más que contenidos; es el desarrollo de habilidades socioemocionales, es la promoción del compromiso cívico y, sobre todo, permite -o debiera permitir- la búsqueda de la realización individual y social”. Por esto, invita a preguntarnos con qué lecciones vitales nos vamos a quedar cuando termine la cuarentena. 

“Probablemente, con esta realidad, valoremos más el sentido de vivir en comunidad, las repercusiones sociales de los actos de todos -como quedarnos en casa- y el valor de las interacciones humanas”, expresa, así como “también es una oportunidad para abordar elementos como el autocuidado y la empatía, desarrollar la creatividad y la capacidad de resolver problemas de otras maneras”. Todo esto, indica, aspectos esenciales en una educación de calidad, que incluso forma parte del currículum en varios países.

Finalmente, Walker invita al sistema educativo a recoger elementos presentes en la educación inicial. “En este nivel –desde la Sala Cuna a kínder– se promueve una educación más holística, preocupada del desarrollo integral del ser humano, considerando su interacción en la sociedad, la naturaleza y poniendo un mayor énfasis en la educación socioemocional”.