Este lunes 8 de abril los ojos se posaron en el hemisferio norte, donde los cielos protagonizaron uno de los primeros eventos astronómicos del año debido al eclipse total de Sol que se extendió desde México a Canadá.
El fenómeno se extendió por 310 minutos, algo más de cinco horas, donde los cielos se oscurececieron, la temperatura descendió y, una de las situaciones más llamativas, fue que las aves quedaron en completo silencio.
De acuerdo con la NASA, durante un eclipse solar, la temperatura puede descender entre 2 y 6 grados Celsius, dependiendo de la ubicación y las condiciones climáticas. Lo anterior se debe a que la Luna bloquea la luz solar, que corresponde a la principal fuente de energía de la Tierra y la que calienta su superficie.
Este efecto se intensifica en áreas con poca cobertura vegetal, ya que el suelo irradia el calor de forma más sencilla hacia la atmosfera.
Las aves, por su parte, al percatarse de la oscuridad, se retiran a sus nidos, puesto que infieren que se volvió de noche. Sin embargo, algunas especies nocturnas como los murciélagos, lechuzas o lobos suelen salir de sus guaridas para desarrollar su rutina.
La NASA aseguró que el próximo eclipse solar total no se presentará hasta el 23 de agosto de 2044, aunque no tendrá el mismo alcance que el fenómeno de este lunes. Por ello, el evento astronómico ha suscitado a miles de turistas de todo el mundo a presenciarlo.
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