La información fue entregada por el Ministerio de Seguridad trasandino, que explicó que la detención se produjo gracias a un trabajo de inteligencia en conjunto con las autoridades policiales chilenas, consistente en el seguimiento a un hijo del ex oficial en Buenos Aires, Salta, Jujuy y Mar del Plata.
Jara Arancibia fue condenado en 2016 a 18 años de prisión por los homicidios de Rigoberto Achú Liendo y Absalón Wegner Millar, cometidos el 13 de diciembre de 1973, en la ciudad de San Felipe. Sin embargo, en 2017 la Corte Suprema rebajó la condena a 10 años.
En esta causa también está sentenciado el general (R) Héctor Orozco Sepúlveda, quien ingresó a cumplir la pena el año pasado al penal de Punta Peuco, con 91 años de edad y grave deterioro mental, según su hermano, el doctor René Orozco.
La investigación llevada por el ministro en visita Jaime Arancibia estableció que Orozco estaba a cargo de la patrulla del Regimiento de Infantería N° 3 Yungay de San Felipe, que el día de los hechos sacó de la cárcel local a las víctimas, dirigentes de los partidos Socialista y Comunista, acusados de mantener armas escondidas. Ambos fueron acribillados en la vía pública y, según el fallo, Orozco dio la orden.
El ministro Arancibia había condenado a Orozco a 18 años de cárcel, pero la Corte de Valparaíso rebajó la pena a 10 años, al igual que en el caso de los otros sentenciados en esta causa, los ex militares Sergio Francisco Jara Arancibia y Pedro Luis Lovera Betancourt, como autores, mientras que como cómplices deberán cumplir penas de 5 años los ex uniformados Raúl Orlando Pascual Navarro Quintana y Milton René Núñez Hidalgo.
Al notificar el cúmplase, el ministro Arancibia dispuso que Orozco ingresara a Punta Peuco, en tanto que los otros cuatro condenados debían hacerlo a Colina 1, pero Jara Arancibia se dio a la fuga.
Tras su captura, Jara será entregado a las autoridades chilenas para que ingrese a cumplir su sentencia.